El Rey Melchor ha sido el encargado de pronunciar el discurso en la madrielña plaza de Cibeles, frente al edificio de Correos de Madrid, sede del Ayuntamiento. Allí, acompañado de Gaspar, Baltasar y la alcaldesa Ana Botella, Melchor se ha dirigido a todos los niños de Madrid y del resto de España para agradecerles "el cariño y el entusiasmo con el que nos habéis recibido en esta noche".
Además, ha dicho de que "hemos venido con muchos regalos y mucha ilusión". Y también con la esperanza de que "el mundo sea cada vez un poquito mejor" y pronto se vayan solucionando problemas como la pobreza, el hambre, la violencia o el paro, drama este último que sufren las familias españolas con especial crudeza.
También ha pedido a los niños que se preocupen por los demás porque "en estos momentos de alegría e ilusión" también ha que acordarse de "los niños que sufren las guerras, la injusticia o la violencia terrorista, los niños que viven la pobreza" y los niños “que no tienen familia o la tienen rota”. Por estos motivos, precisamente, ha recordado a los niños que deben alegrarse y valorar "lo que ya tenéis".
Por último, ha pedido a los niños españoles que tengan respeto y cariño por sus padres abuelos y profesores. También por sus amigos y que "desde ese respeto y la libertad que nunca debe faltar" puedan construir "un futuro lleno de cosas buenas".
"Que seáis muy felices os enviamos un enorme beso en esta noche de magia y de ilusión", concluía Melchor.