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'El País' y los "desórdenes venéreos" de Gallardón

El aborto es la gran polémica de los últimos días del año en la prensa, que hoy cuenta con una cabecera menos. La Gaceta ha sucumbido a la crisis.

El Mundo elige el tema eléctrico para abrir su portada. "Soria evitará el 'tarifazo' con un parche para salir del paso". Dice Pedro J. que "bien está que el aumento de la tarifa sea más bajo que el inicialmente calculado, pero da la impresión de que estamos ante un mero remiendo, ya que ello no va a resolver los grandes problemas del sector". Y le escribe la carta a los Reyes Magos. "El gobierno está obligado a coger el toro por los cuernos, lo que implica buscar fórmulas para establecer un sistema equitativo de tarifas, eliminar las subvenciones políticas que hoy soporta el recibo, saldar ese déficit acumulado y promover un abaratamiento en la generación de la energía". Ya, ya, pero mientras tanto disfruten de lo que se van a ahorrar en el recibo de la luz.

Cuenta también El Mundo que "Mas preside un concierto del Orfeó que deriva en una apoteosis de la independencia". "En esta edición, hubo muchísimas más enseñas soberanistas, se gritó independencia muchas más veces y, en pleno éxtasis, se entonó dos veces el Cant de la senyera". Deberían meter estos actos en los circuitos turísticos. Se iban a forrar.

El País no deja pasar la oportunidad de clavársela al PP. "La reforma del aborto despierta voces criticas dentro del PP". "La delegada del Gobierno en Madrid defiende la ley de plazos". Media en el debate la opinión mesurada y analítica de Juan José Millás. "Gallardón, el emperador de los úteros" quiere poseer "un corral del tamaño de un país en el que permanezcan encerradas las vaginas de las mujeres". Pretende "domesticar el sexo de ellas. Colocar una frontera de concertinas entre la voluntad de las mujeres y su vientre. De aquí hacia abajo, todo mío, de mis jueces, de mi capricho, de mis políticas, de mis desórdenes venéreos, de mis fantasías más negras, de mis frustraciones menos confesables. Todo este territorio, desde la cintura hasta el nacimiento de los muslos, me pertenece ahora sin peligro porque yo soy la ley y porque me gusta la música y porque pertenezco a una de las mejores familias del franquismo". No sé cómo íbamos a sobrevivir sin el examen concienzudo de la actualidad de los columnistas de El País.

ABC abre con una entrevista a Gallardón. "Mi ley es la más progresista del Gobierno. Yo sí tendría un hijo con malformaciones graves; es una convicción personal". ¿A que es muy bueno el ministro? Seguro que sus convicciones personales le llevan derechito al cielo. Bieito Rubido dice que "el aborto no puede concebirse como un derecho" y arremete contra el PSOE. "La izquierda sigue anclada en viejos estereotipos (...) La defensa de la vida debería ser un principo común para todas la personas que sitúan los derechos humanos por encima de ideologías sectarias". Con esto de las fiestas, Rubido no se ha enterado de las críticas en el PP. Ah, sí, sí que se ha enterado. En páginas interiores titula: "Cifuentes prefiere una ley de plazos" y "Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora, comunicará a Gallardón su rechazo". Curri Valenzuela dice que "en el Gobierno y en el PP saben que hay más voces discrepantes en sus filas, aunque pocas de ellas se escucharán en voz alta" por la cuenta que les tiene, pero que no teman, "no se esperan regañinas ni sanciones para los discrepantes, todo lo más un toque de atencion". Así que hala, valientes, que no os van a dejar fuera de las listas.

La Razón también lleva una entrevista a Gallardón, que se ve que tuvo ayer un día muy ocupado. "La ley del aborto es un compromiso del PP y no se modificará en el Congreso", dice en plan conciliador. Marhuenda anda tan despistado como Rubido. "La izquierda se ha lanzado en tropel y desbocada contra la ley de protección de la vida del concebido y de los derechos de la embarazada (...) Los socialistas no han entendido aún que la sociedad española se rige por principios y valores sólidos en los que la vida es un bien moral superior y que no comparte proyectos políticos que relativicen ese orden ético". Que fue por eso la mayoría del PP, no por la lista inacabable de incumplimientos de su programa.

La Vanguardia abre con la luz: "El Gobierno aprueba una subida de la luz inferior al 3%". Se le ve muy preocupado al periódico del conde de Godó por los asuntos nacionales. "Discrepancias en el PP ante la ley del aborto", "Hacienda y Madrid recrudecen las hostilidades por la financiación. Montoro cree que Ignacio González quiere ser candidato batallando con su ministerio". ¿Sabrán en Cataluña quién es Ignacio González? A cambio, no dice nada del aquelarre nacionalista de ayer en el Orfeó, dedica un editorial a la "tensión entre Japón y China" y otro a la "Operación Sagrada Famlia", y su flamante director está entusiasmado con la nueva colección de cuentos navideños de Agatha Christie. Y es que no se habla de otra cosa últimamente en Cataluña. Ni tanto, ni tan calvo.

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