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Dimite el número dos de Educación de la Junta andaluza

Su renuncia coincide con la revisión de las ayudas a UGT.

Es la interpretación que hace El Mundo de la dimisión del viceconsejero de Educación, Sebastián Cano, que lleva al frente de un cargo clave para el control de la educación andaluza desde el año 2000. Su marcha, cuando menos, coincide con el proceso de revisión de ayudas concedidas al sindicato UGT, después de las informaciones publicadas por EL MUNDO sobre desvío de fondos públicos. ABC, como El País, cree que son las luchas internas por el control educativo el que ha conducido a su dimisión dado que es no es un hombre próximo a Susana Díaz.

La Consejería de Educación, Cultura y Deporte, que dirige Luciano Alonso, está analizando ahora la subvención de 11,5 millones de euros -correspondiente al plan Forman XXI- concedida a UGT por la anterior Consejería de Empleo a la que se cargaron los 700 maletines falsificados en fábricas de Asia que el sindicato regaló a los asistentes a su congreso regional celebrado en 2009 en Sevilla y en el Manuel Pastrana salió reelegido como secretario general de UGT-A. Recuérdese que Educación asumió competencias de Empleo como la formación para el empleo, en las que se incluyen los cursos de formación y el plan Forman que UGT gestionó de forma irregular.

El otro departamento de la Junta que investiga las subvenciones a UGT es la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, que indaga sobre ayudas que suman 7,5 millones, bastante menos que los 11,5 millones que revisa Educación.

Sebastián Cano, que no es responsable de la adjudicación de ayudas a UGT, ni de la validación de supuestas facturas falsas, sí lo ha sido de la gestión de la crisis actual y de la revisión de subvenciones en marcha.

ABC considera que es la falta de sintonía de Cano con el nuevo Consejero Alonso la que ha producido una importante remodelación de la Consejería. De este modo, Sebastián Cano ha dimitido antes de que la presidenta de la Junta hiciera público su relevo, lo que pensaba hacer hoy mismo en el transcurso de la reunión del Consejo de Gobierno.

En esta crisis, el nombramiento de Elia Maldonado como secretaria general de Educación, un golpe bajo para las competencias de la Viceconsejería, podría haber sido una de las claves de la marcha de Sebastián Cano, el "fontanero" del control de la educación en Andalucía.

Su gestión está manifiestamente tiznada por el abandono y fracaso escolar y los recortes presupuestarios que han soliviantado a la comunidad educativa. El sistema educativo andaluz ha fracasado en la implantación del fallido 'plan de calidad', que significó una importante inversión en medios económicos y humanos y fue finalmente abandonado como consecuencia de la fuerte oposición que encontró en los equipos educativos y los sucesivos varapalos judiciales.

En los últimos años, la reducción en la inversión por alumno -según datos oficiales de la Cámara de Cuentas de Andalucía- y la supresión de 4.500 plazas docentes -ocupadas por interinos- han reavivado los conflictos y comprometido el futuro del sistema.

Sebastián Cano abandona la Consejería en un momento en que el Gobierno de Susana Díaz ha decidido poner todo el acento de su política educativa en contrarrestar la reforma promovida por el ministro José Ignacio Wert, al menos en el discurso oficial.

Para ello, se ha anunciado, además de un recurso ante el Tribunal Constitucional por la supuesta invasión de competencias autonómicas, la recuperación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y una aplicación 'bajo control' del resto de la reforma, para lo que se ha prohibido expresamente, por ejemplo, la publicación de rankings con los resultados académicos derivados de las pruebas de evaluación de alumnos y centros.

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