"Muy buenos días a todos y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.
Como todos ustedes saben, el objetivo fundamental de mi comparecencia hoy ante todos ustedes es hacer balance de lo que ha sido este año 2013 y, al mismo tiempo, plantear algunas ideas de cara al futuro.
En cualquier caso, como también conocen ustedes, hoy se ha celebrado un Consejo de Ministros y que ha tomado decisiones importantes, sobre todo las referidas al tema eléctrico. Entonces, si les parece, yo voy a hacer primero una intervención inicial para explicar cómo ve el Gobierno en el momento actual la situación de la economía española y, después, podemos… Lo hago directamente o cualquiera de ustedes, si tiene interés, puede preguntarme sobre la situación del sistema eléctrico o sobre cualquier otro tema que les parezca importante.
Como acabo de decirles, comparezco ante todos ustedes, como es habitual tras el último Consejo de Ministros de este año y comparezco para hacer balance de lo que ha significado para el Gobierno el año 2013 que estamos a punto de terminar.
Quiero comenzar esta intervención haciendo un reconocimiento expreso a la actitud de todos los españoles en un año que ha sido difícil, pero en el que pienso que ya se han comenzado a ver los resultados de tanto esfuerzo.
Quiero agradecer a todos, a trabajadores, autónomos, funcionarios públicos y empleados públicos, empresarios, pensionistas… en definitiva, a todos los españoles, su comprensión, su sentido común, su coraje y su responsabilidad para afrontar el final de esta etapa que ha sido tan dura, tan larga y tan difícil, porque, si 2012 fue el año del ajuste, el año 2013 fue el año de las reformas y el 2014 será el año del inicio de la recuperación económica en nuestro país.
Acaba 2013, acaba ahora, y lo hace con una notable corrección de los desequilibrios de nuestra economía. Es decir, cerramos el año con unas bases mucho más sólidas para la recuperación económica. Hemos dejado atrás la recesión y en el segundo semestre de este año, aunque es verdad que todavía de forma modesta, la economía española ha recuperado el crecimiento y, por tanto, estamos en condiciones de afirmar que hemos asistido a un claro cambio en la situación.
Hemos seguido avanzando en el control de las cuentas públicas, ajustando más los gastos a los ingresos. Todas las Administraciones han colaborado en esta tarea que no es grata ni es fácil, pero era y sigue siendo absolutamente imprescindible. Los esfuerzos más duros ya los hemos hecho, pero no podemos relajarnos en este asunto, porque sería tanto como echar a perder el enorme trabajo realizado hasta el día de hoy.
En este punto considero obligado mencionar los mecanismos de liquidez -el FLA y el Plan de Proveedores- que pusimos en marcha para ayudar a las Comunidades Autónomas y a las Entidades Locales a cubrir sus necesidades de financiación y poder hacer frente a sus compromisos con sus proveedores. Estas medidas ascienden a más de 105.000 millones de euros y han evitado durante los años 2012 y 2013 la pérdida de cuatrocientos mil puestos de trabajo y una caída de tres puntos en el PIB de nuestro país, además de, lógicamente, la quiebra de muchas instituciones públicas.
Desde otro punto de vista, estamos registrando cifras históricas de crecimiento de nuestras exportaciones. Los últimos datos conocidos y relativos al mes de octubre señalan un crecimiento medio superior al 6 por 100. La potencia de nuestras exportaciones, conseguida a base de ganar competitividad, supone ya el 35 por 100 de nuestro PIB. Yo confío en que la recuperación económica de Europa, nuestro principal cliente, permita mantener la fortaleza de nuestro sector exterior.
Al tiempo que nuestras empresas están saliendo a vender sus productos fuera, durante este año también ha crecido extraordinariamente la inversión extranjera en España y éste es un dato también muy positivo. Los últimos datos sobre inversión productiva, referidos al tercer trimestre del año 2013, muestran un nivel de recuperación del 76 por 100 en tasa interanual.
Pues bien, la corrección de estos desequilibrios está mejorando la percepción de nuestro país en todos los mercados internacionales. En los últimos tiempos las tres agencias de rating han revisado al alza nuestra calificación y la prima de riesgo, que hoy está por debajo de 230 puntos básicos, se ha reducido drásticamente respecto al nivel que llegó a alcanzar en los momentos más difíciles de la crisis de deuda.
Señoras y señores, hace un año, en una rueda de prensa como ésta -también la celebrábamos aquí-, todavía alguno de ustedes me preguntaba, y lo recuerdo perfectamente, por la posibilidad de que España necesitara un rescate. Hoy esa pregunta está fuera de lugar, porque España ha conseguido recuperar la credibilidad que había perdido en los mercados financieros.
Yo ya sé que éstas son las cifras de la macroeconomía y que aún no llegan en su plenitud a la vida diaria de los españoles; pero, en todo caso, tienen consecuencias importantes:
- Si la inflación acaba subiendo apenas unas décimas, algo que prácticamente no había ocurrido nunca en España en muchísimos años, es bueno. Es bueno para todo el mundo, pero especialmente para los pensionistas que este año no han visto mermado su poder adquisitivo.
- Si la prima de riesgo baja y podemos financiarnos más barato, como ha sucedido este año, liberamos recursos que, en vez de irse a pagar intereses, pueden ir a otras partidas sociales. El ahorro experimentado este año -lo ha recordado hoy el ministro del ramo en el Consejo de Ministros- gracias a la bajada de la prima ha sido de 8.700 millones de euros.
- Si la competitividad de nuestra economía crece, como está creciendo, hasta recuperar los niveles de nuestra entrada en el euro, podremos mejorar nuestras exportaciones, vender más cosas fuera y recibir también más inversiones dentro del país. Esto es exactamente lo que está pasando en España.
Señoras y señores, todo esto es cierto. Es cierto que se están sentando las bases de la recuperación, pero no es menos cierto que en el objetivo fundamental de esta Legislatura, crecer y crear empleo, aún estamos muy lejos de alcanzar el nivel que perseguimos. Por lo tanto, no puedo, ni mucho menos, considerarme satisfecho con la situación.
Este año hemos salido de la recesión y en esta segunda mitad del año ya estamos creciendo.
En cuanto al empleo, yo espero que, cuando acabe 2013, el número de parados inscritos en los registros de los Servicios Públicos de Empleo será inferior al del año pasado. Y esto no ocurría en España desde 2006. También los datos de la Seguridad Social, que van a ser buenos, nos permiten aventurar que en pocos meses el número de cotizantes comenzará a crecer de forma consistente.
Quiero destacar también que este cambio de tendencia en nuestra economía no hubiera sido posible sin el paquete de medidas y reformas que hemos afrontado a lo largo de este año, y del que -no se si se les ha entregado a todos ustedes o se les entregará a continuación- yo voy a hacer un brevísimo resúmen de lo que me parece más relevante, porque el plan de reformas estructurales que se ha puesto en marcha no ha sido ciertamente algo cosmético, sino que ha ido al fondo, a los cimientos, de lo que es la economía de un país:
- Se ha completado la reforma del sistema financiero y se han aprobado medidas para mejorar su solvencia y su gobierno corporativo. Como saben, dentro de pocos días abandonaremos definitivamente el programa de asistencia financiera negociado con la Unión Europea.
- Asimismo, acabamos de aprobar nuevas medidas para mejorar la reforma laboral, que, por cierto, ha merecido una valoración muy positiva por parte de la OCDE.
- Se han aprobado la Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza, se ha aprobado la reforma local y la Ley de Control de la deuda comercial del sector público.
- También hemos finalizado la reforma del sistema de pensiones, que incluye el factor de sostenibilidad y un nuevo sistema de revalorización de las mismas.
- La reforma del sector eléctrico, que ha cerrado el déficit para 2014. Además, como saben, y se lo he recordado el principio de esta intervención, el Gobierno ha tenido que reaccionar ante el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia sobre la última subasta.
- También la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado, la Ley de Emprendedores y otras reformas en materias de medio ambiente y transporte.
- Y quiero mencionar de manera muy especial la reforma de las Administraciones Públicas, que es un proyecto de enorme complejidad, que ningún Gobierno se atrevió antes a abordar y que, de manera transversal, va a inspirar la acción de mi Gobierno hasta el final de la Legislatura.
Además, hemos aprobado a lo largo de este año un paquete de iniciativas para mejorar la transparencia y el control de la vida pública: la Ley de Transparencia, la Ley de Control de la actividad económica y financiera de los partidos políticos y la Ley que regula el ejercicio del cargo público. Estas reformas se completarán en breve con otras modificaciones que se incluirán en la reforma del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Señoras y señores, hace un año aquí les dije a ustedes que este año 2013 iba a ser muy duro, sobre todo en su primera mitad, en sus primeros seis meses; pero también les doje que las cosas empezarían a mejorar en la segunda mitad del año. Pues bien, los hechos nos han dado la razón. Con ese aval hoy puedo decir que 2014 será un año mucho mejor, con más actividad y con más crecimiento de la economía. Y el año que viene, cuando comparezca de nuevo ante ustedes, habrá en España menos personas en paro y más personas trabajando y cotizando a la Seguridad Social.
Con la misma certeza y confianza con que hace un año les decía que las cosas iban a mejorar, ahora les digo que tenemos ya un fundado derecho a la esperanza y, sin riesgo de faltar a la verdad, que el año que viene será mejor que éste; un año en el que definitivamente dejaremos atrás miedos e incertidumbres y volveremos a recuperar ese bien tan preciado que es la confianza.
El reto es que esa recuperación se produzca con la mayor intensidad posible. Trabajaremos para que así sea y, entre otras medidas, el Gobierno prepara ya la reforma tributaria que tendrá como principal objetivo aliviar la carga fiscal de las familias y estimular la actividad económica.
La mención a Cataluña
Señoras y señores, no quiero terminar sin hacer referencia a la pretensión de convocar una consulta en Cataluña sobre la autodeterminación. Sobre este asunto reitero mi posición: esa consulta es contraria a la Constitución; por lo tanto, no puede celebrarse.
Lo que algunos pretenden, pero no pueden conseguir, dañaría enormemente a toda España, pero especialmente a Cataluña. Por eso les digo que trabajaré sin descanso para defender un modelo de convivencia que nos ha dado a todos el mayor período de estabilidad, desarrollo democrático y bienestar social que ha tenido España en toda su historia.
Yo voy a dedicar todos mis esfuerzos a evitar que, tanto los catalanes, como el resto de españoles, se vean perjudicados por una iniciativa política que sólo ha conseguido generar incertidumbres, inestabilidad y fractura social.
Y termino ya. Estamos en el ecuador de la Legislatura. En apenas dos años hemos conseguido frenar la caída de nuestra economía y sentar bases sólidas para el crecimiento futuro. España ha dejado de ser motivo de preocupación en el mundo para ser motivo de interés y de atracción de inversiones.
Hoy me gustaría animar a todo el mundo a hacer un pequeño ejercicio de memoria y descubrirán que lo peor ha quedado atrás. Incluso, descubrirán lo extremadamente difícil que ha sido transitar por una época tan dura. Pero hicimos lo que debíamos hacer e hicimos lo que era necesario hacer. El plan que diseñamos para evitar el hundimiento, evitar el rescate y recuperar la confianza como pasos previos a la recuperación se ha ido cumpliendo a lo largo del año.
Sin duda, aún tenemos graves problemas que nos van a exigir perseverar en la senda de las reformas. Lo peor ha quedado atrás, pero nos queda mucho camino para llegar a la meta que nos hemos fijado. No vamos a desfallecer ahora que empezamos a recoger los frutos de tanto esfuerzo.
Al Gobierno no le faltará el ánimo y estoy absolutamente convencido de que a los españoles, tampoco. Muchas gracias".