El Ministerio del Interior está equipando al Cuerpo Nacional de Policía para hacer frente a las cada vez más numerosas manifestaciones que se están convocando desde el inicio de la crisis económica, algunas de ellas con un carácter bastante violento y en las que están participando radicales de extrema izquierda con conocimiento de técnicas de guerrilla urbana.
El Boletín Oficial del Estado publica este lunes un concurso para la adquisición de un camión con un sistema de lanzamiento de agua que según la Dirección General de la Policía es el ideal para acometer el control de masas" debido "a la actual dinámica social". "Es necesario para proteger el libre ejercicio de derechos y libertades, y garantizar la seguridad ciudadana", argumenta.
La fecha límite para la presentación de las ofertas concluirá el próximo 20 de enero y deberán presentarse ante la División Económica y Técnica de la Policía. El precio máximo del camión lanza-agua deberá de ser de 408.000 euros netos, lo que aumenta hasta casi medio millón de euros con los impuestos (493.680 euros).
En la actualidad, el Cuerpo Nacional de Policía tiene "entre cuatro y cinco camiones de este tipo", según confirmaron a Libertad Digital fuentes policiales, aunque "son muy viejos, están ya muy obsoletos para la tecnología que existe actualmente en el mercado y tienen muy poca autonomía", según indicaron las mismas fuentes.
El punto siete del pliego de condiciones especifica cómo debe ser el sistema lanza-agua del vehículo. Dice que el carrozado de la parte posterior del vehículo alojará "los depósitos y elementos auxiliares". En la zona central "se sitúa el tanque de agua que forma parte de la superestructura, será de al menos 7.000 litros de volumen útil. El tanque estará construido de forma que permita el almacenamiento de agua potable", dice el texto.
Asimismo explica que "la parte superior y los laterales externos" deben ser "lisos y sin ningún tipo de asa, que haga imposible que nadie pueda escalar ni acceder al mismo en una revuelta", y añade que "habrá un depósito de 30-60 litros de colorante, que permitirá agregar color a los chorros de agua".
El pliego de condiciones también indica que en la cabina del vehículo, que debe ser hábil para cuatro agentes, debe haber "un testigo que informe del volumen de agua que queda en el depósito", además de "dos armeros" que "deben ser adecuados para guardar en ellos una escopeta policial".
El camión deberá disponer de, al menos, un chorro lanza-agua, situado en la parte superior del vehículo, y que será operado desde una botonera eléctrica ubicada en el interior de la cabina. Ese control interior tendrá que permitir regular la presión del agua, meter el colorante al agua, seleccionar la forma del disparo (pulso corto, pulso largo y pulso continuo), la dirección del chorro (que se manejará mediante un jostick) y deberá abarcar un giro horizontal de 180 grados y un ángulo vertical de ente -45 grados y 90 grados.