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Secretario general de UGT: uno de los empleos más estables de España

En muy pocos puestos de trabajo se tiene una tasa de permanencia como la que logran los secretarios generales de UGT, bien en España bien en las CCAA.

Cándido Méndez, en una imagen de archivo.

Como los líderes de los partidos políticos, pero encima sin presentarse a las elecciones: los secretarios generales de UGT logran, salvo algunas extrañas excepciones, permanecer en el cargo durante lustros o incluso décadas.

Así, analizando los sindicalistas que ocupan actualmente –o que acaban de abandonar- la secretaría general del sindicato socialista en España y en sus comunidades autónomas, vemos que algunos incluso superan las dos décadas, otros se acercan a ellas –y las rebasarán si concluyen sus recientemente renovados mandatos-, los hay que pasan de diez años y muy pocos –sin contar a los nombrados este mismo año- llevan menos de dos mandatos.

El mejor ejemplo es, por supuesto, el de Cándido Méndez, en el cargo desde 1994 y que ha sido reelegido este mismo año para otros cuatro años de mandato. Así, si los escándalos no lo impiden, el actual secretario general de UGT acumulará 23 años como máximo responsable del sindicato.

Con 20 años en el cargo

No es una excepción, el secretario general de la rama catalana del sindicato, Josep M. Álvarez i Suárez lleva en su puesto nada más y nada menos que desde 1990 –para que se hagan una idea el presidente del Gobierno entonces todavía era Felipe González-. Lo mejor es que sus 23 años en la poltrona no le han quitado las ganas y la ilusión: este mismo año se ha vuelto a presentar a la reelección y, con más del 80% de los votos, ha logrado extender su mandato hasta 2017, 27 años después de ser nombrado.

En Baleares la vida sindical también parece estable: aunque justo en este año se haya cambiado con la llegada a la secretaría general de Manuel Perlada, el anterior ocupante del cargo, Lorenzo Bravo, se mantuvo en él durante dos décadas: de 1993 a 2013.

Cerca de las dos décadas

Cerca ya de las dos décadas dirigiendo una rama autonómica del sindicato está también José Ricardo Martínez, mandamás de UGT en la Comunidad de Madrid. Es conocido popularmente como el "sindibanquero" por el cargo que ocupaba en el Consejo de Administración de Caja Madrid -y por el que cobraba 180.000 euros al año-. Martínez fue nombrado en febrero de 1996, es decir, que en dos meses cumplirá 18 años en su puesto. Además, como ha sido reelegido este mismo 2013 acumulará, si nada lo impide, 21 años en el cargo.

Idéntica trayectoria a la del máximo responsable de UGT en Ceuta, Antonio Gil Mellado, que llegó como Martínez a la cúpula regional del sindicato en 1996, y que como aquel ha sido reelegido este año y que al final de su mandato llevará ya 21. Y muy cerca de esa marca se quedó el que fuera hasta este mismo año líder de UGT en el País Vasco, Dámaso Casado, que ocupó el cargo durante 19 años.

Más de 10 años

En tres lustros exactos se quedó la marca del que fuera dirigente ugetista en Extremadura, Miguel Bernal, que fue sustituido por Francisco Capilla en 2009. Capilla, por supuesto, ha sido reelegido, por lo que ya va camino de ocho años de mandato.

Otro histórico de la UGT, el andaluz Manuel Pastrana, dejó el cargo este año –cuando ya la implicación de UGT en el caso de los ERE resultaba más que escandalosa- tras ocuparlo desde 1998, es decir, durante quince años. Su sucesor, por el contrario, ha batido todos los récords de brevedad: tan sólo medio año después de acceder al cargo Francisco Fernández ha tenido que dimitir por el escándalo de las facturas falsas.

Desde el 2000 es secretario general de UGT Asturias Justo Rodríguez Braga, reelegido el pasado mes de junio, con lo que podrá alcanzar los 17 años al frente de esta rama de la central sindical. Entre los logros de Rodríguez Braga está haber sido condenado por amenazar al presidente del comité de empresa del propio sindicato.

Más modestos todavía, pero camino de cotas importantes, están algunos dirigentes como la cántabra María Jesús Cedrún, que ha sido reelegida para un cuarto mandato después de 11 años. Y eso aún a pesar de que esta misma semana ha sido condenada por arrojar clavos durante la huelga general del 29 de marzo de 2012.

Carlos Pedrosa, por su parte, lleva controlado la rama castellano manchega de UGT desde el 2002, son también once años, y también ha sido reelegido, por lo que su mandato se alargará, como mínimo, hasta 2017.

Otros dirigentes, como los de Galicia o Castilla y León -José Antonio Gómez y Agustín Prieto, respectivamente- llevan dos mandatos completos, ocho años, y acaban de ser reelegidos para un tercero. Y en su tercer mandato está también el líder del sindicato en Navarra, Juan Goyen, que llegó a la secretaría general tras una dimisión en 2006 y ha logrado renovar su mandato este año de una forma muy peculiar: perdiendo un congreso en el que sólo se presentaba él y en el que obtuvo más fotos en blanco que a favor.

Un poquito menos lleva Alonso Díaz Díaz, el líder en Melilla, desde 2008, reelegido esta año y que, por cierto, tiene a su hermano, Francisco Díaz Díaz, en la ejecutiva. Otros dos dirigentes –los de Valencia y Murcia- fueron elegidos en 2009 y también han sido reelegidos este.

Finalmente, las ramas ugetistas de Canarias y La Rioja se muestran como las más inestables y han visto pasar a varios líderes en los últimos años.

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