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"Pastrana era un estalinista al que le gustaba la buena vida"

El exsecretario de los líderes de UGT-A desde 1986, reconoce que la estructura sindical es mastodóntica y que se tardó demasiado en reaccionar.

El ex secretario general de UGT-A Manuel Pastrana | Efe

Lorenzo Bellido ha sido secretario de casi todos los líderes de la UGT andaluza desde 1986, en concreto de Cándido Méndez, de Juan Mendoza que lo sustituyó cuando se marchó a Madrid a la Secretaría General, y del propio Manuel Pastrana, que fue quien lo defenestró nada más llegar a la secretaría general en 1998 por creer que informaba a Cándido Méndez y lo puso a abrir cartas hasta que le aplicó el ERE.

Bellido cree que el responsable de todo lo ocurrido es Pastrana, que es un megalómano, que cargaba hasta las comidas familiares al sindicato y que, gracias a él, UGT-A puede incluso desaparecer si tiene que devolver las ayudas millonarias en las que se han cometido irregularidades. Méndez, dice, ha tardado demasiado en reaccionar.

En una entrevista con ABC, Bellido dice que ya la Junta advierte que quiere recuperar 1,8 millones de euros, pero quedan por revisar casi 8 millones que pueden ampliar esta cantidad. Si UGT se ve forzada a pagar es probable que desaparezca en Andalucía.

Según Bellido, "siempre he dicho que allí no se movía ni un varal sin que él se enterase. No se movía nada. Allá de aquel que lo hiciera sin su conocimiento. Pastrana era un estalinista, pero al principio no sabía siquiera lo que era el estalinismo. Después creo que lo ha aprendido. Ejercía un control absoluto con modos dictatoriales. Él decidía personalmente a qué personas no incluyeron en el ERE. Fui responsable sindical de la empresa. Nunca he sido una persona grata a sus ojos porque no le reía las gracias.

Como todos los estalinistas, tenía muchos palmeros. "A cambio de su apoyo, colocaba a su sobrino, amigo o hijo. Se le busca una cosita, un contrato con el sindicato. Pastrana ha tenido durante sus quince años de mandato voces críticas, pero él las ha sabido acallar o cercenar con favores".

Una de las preguntas importantes es por qué UGT-A no vendió sus propiedades inmobiliarias por valor tasado de 19,6 millones en vez de aplicar ERE y ERTE a 200 trabajadores. Según Bellido fue el hasta hace unos días secretario general, Francisco Fernández Sevilla, el que dio orden de que UGT no se desprendiera de su patrimonio inmobiliario.

Los cursos de formación

Bellido cree que la corrupción generalizada comenzó con la llegada de los millones de la formación, aunque no es esta la causa. "Lógicamente entró más dinero, pero la corrupción no es consecuencia de estos acuerdos. Se hizo un mal uso. Con los datos que conozco por la prensa, no creo que se hayan utilizado bien las ayudas".

El problema fue la megalomanía de Pastraba: "Era bastante megalómano. Pastrana lo quería todo a lo grande. Yo sólo estuve unos meses con él. Me dedicó a abrir la correspondencia porque no era de su cuerda. Lo primero que me impresionó al abrir su correo fue ver unos gastos de gasolina y de cuatro o cinco comidas con su familia que cargaba a una visa de UGT-A. Correspondían a fines de semana, - En 1998 y 1999-".

Aunque Fernández era el brazo ejecutor de Pastrana, los problemas que muestra la crisis de UGT no se arreglan con su mera dimisión. La Junta no analizó adecuadamente ni vigiló como debía. "Los funcionarios debieron analizar si los programas se ajustaban a los requisitos de la ayuda. Esa primera puerta de control técnico que daba acceso a los pagos no sé si ha funcionado bien... Creo que ha fallado cierto control político. ¿Por qué somos más o menos colegas? No lo sé. Pudo haber mayor permisividad con UGT. Espero que la nueva presidenta eso lo subsane para cualquier organismo que reciba dinero de la Administración".

Sobre el secretario general de UGT

Cándido Méndez no tiene por qué renunciar al puesto, considera, aunque ha tardado demasiado en tomar decisiones. "Posiblemente precipitar la salida de Fernández le puede incluso beneficiar. De hecho, hasta que no le ha afectado el tema de la formación a nivel confederal y ha amenazado con estallarle a toda la organización en el Estado, no ha actuado. Estoy convencido de que Méndez le pidió que se fuera. En el consejo confederal de UGT se alzaron voces pidiendo la dimisión de Fernández. ¿Por qué no reaccionó antes? UGT es una estructura mastodóntica y muy lenta. Sí, creo que se ha tardado demasiado en reaccionar".

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