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10 consejos para proteger a tus hijos de una agresión

El regreso a la circulación de peligrosos depredadores sexuales alarma a padres y madres que temen que sus hijos puedan convertirse en víctimas.

El regreso a la circulación de peligrosos depredadores sexuales alarma a padres y madres que temen que sus hijos puedan convertirse en víctimas.
Un delincuente acecha a una chica en un garaje | Recreación/Corbis

La amnistía encubierta puesta en marcha tras la derogación de la Doctrina Parot ha dado como resultado, no sólo la excarcelación masiva de etarras, sino también la de peligrosos criminales, asesinos en serie y pederastas que han generado una importante alarma social.

El regreso a la circulación de peligrosos pederastas y asesinos asusta a padres y madres que temen que sus hijos puedan ser víctimas de algún tipo de agresión. Las propias autoridades han informado de que las desviaciones de carácter violento y sexual de estos criminales no desapareció tras su paso por la cárcel.

Así, la Policía ofrece consejos prácticos para los padres, orientados a incrementar la seguridad de sus hijos. Aquí van las 15 recomendaciones de la Policía para proteger a nuestros hijos.

  1. Es fundamental extremar las precauciones en los lugares donde los menores son más vulnerables: los accesos a garajes o portales y cuando caminan solos por lugares oscuros. Los agresores, como criminales, tratan de cometer sus fechorías de la forma más impune posible y suelen hacerlo al abrigo de la oscuridad y los lugares solitarios.
  2. Es de vital importancia que recuerden a sus hijas adolescentes que la práctica totalidad de los ataques sexuales son realizados contra mujeres, entre otras cosas, porque presentan una menor oposición física al asaltante. En este sentido, evite que se encuentre sola en los lugares y situaciones en los que es especialmente vulnerable, a saber: cuando entra y sale de los portales, cuando accede al ascensor; cuando tiene que acceder a sótanos o garajes; cuando tenga que pasar a pie por zonas aisladas o solitarias como descampados y otras áreas mal iluminadas en horario nocturno; cuando tengan que caminar solas junto a las vías de circulación de vehículos. En este último caso, si no puede evitarlo, es preferible caminar de cara al tráfico.
  3. Es muy aconsejable averiguar la relación que los hijos tienen en el colegio o en el instituto con el resto de compañeros y los profesores. Así, se aconseja prestar atención a su actitud ante las clases, o los comentarios sobre sus hábitos de socialización en el entorno escolar. Hablar con los hijos sobre el centro en el que estudian y su entorno con naturalidad ayuda a detectar conductas irregulares que pueden activar las alarmas si existe un problema.
  4. Los padres no deberán olvidar que los niños, tanto los menores de 14 años como los que superan esa edad, pueden ser objetivo de desviados sexuales. Por este motivo, deben procurar conocer con qué amigos se relacionan y qué tipo de actividades realizan cuando no están en casa. Este conocimiento da una idea de los riesgos a los que puede estar expuesto en sus relaciones sociales.
  5. Una de las mejores defensas que un padre puede enseñar a sus hijos son las normas básicas de comportamiento en la calle. Así, deben interiorizar que no deben subir a coches de desconocidos, ni comer o beber nada que le ofrezcan personas extrañas. También es de vital importancia que conozcan su dirección y datos personales y que deben saber qué precauciones tomar si está solo en casa y llaman a la puerta o suena el teléfono.
  6. Cuando los hijos adolescentes se quedan solos en casa, es necesario enseñarles que deben extremar las precauciones cuando alguien llame a la puerta. Ante cualquier duda de quién está al otro lado de la puerta, el consejo primordial es no abrir. Si el visitante se identifica como personal de empresas de servicio, deben identificarse. Además, sin abrir la puerta, es preferible comprobar la visita llamando a la compañía de servicios en concreto y contrastar si contaban o no con la visita. En este caso, rechacen llamar al número que figura en la tarjeta, ya que podría tratarse de un cómplice. En cualquier caso, como norma general, sólo deben abrir la puerta si esperan la visita y conocen al visitante.
  7. Es frecuente que los adolescentes afronten viajes de avión, tren, barco o autobús en solitario. Llegado el momento, es fundamental recordar a los chicos y chicas que no debe facturar a su nombre equipaje de personas desconocidas. Por otro lado, deben identificar claramente las pertenencias que lleva consigo antes de facturarlas.
  8. En aeropuertos y estaciones también hay que aconsejar a los adolescentes que no lleven mucho dinero en efectivo encima y que reduzcan el número de bultos con los que deberán moverse por aeropuertos y estaciones. También es preciso evitar el transporte de su equipaje a personas que no estén debidamente acreditadas.
  9. Dentro de casa su hijo no está a salvo del todo. En internet, las redes sociales y herramientas de conversación aleatoria, como los Chats, pueden suponer un problema. En este caso la precaución más indicada es persuadir a sus hijos, en primer lugar, para que no faciliten nunca datos personales ni fotografías o archivos susceptibles de ser utilizados maliciosamente. En segundo lugar, es preciso favorecer una relación de confianza con los hijos, no necesariamente para que nos cuenten absolutamente todo lo que hablan o escriben en internet, pero al menos sí para que nos comuniquen si reciben cualquier amenaza, intento de extorsión o coacción. Por último, es aconsejable evitar que los menores realicen compras a través de internet o contraten servicios sin la supervisión de sus padres.
  10. Los padres de chicos adolescentes no pueden perder de vista los problemas de conducta propios de la edad. Así, actitudes excesivamente restrictivas con lo que pueden o no pueden hacer los hijos ocasiona, en ocasiones, el efecto contrario. Es preferible convencer a prohibir, lo que no significa perder autoridad.

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