Tal día como hoy, 29 de noviembre, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada la retorcida numerología que llevó a Artur Mas a comparecer en sus ruedas de prensa flanqueado por nueve señeras. La explicación la urdió el propio presidente catalán y dijo que "es la combinación de un cuento, de una persona, de una institución y de un país".
El cuento era El principito, uno de sus libros favoritos: el protagonista vive en un asteroide llamado B 612: esos tres números sumados dan 9. La persona era él mismo, y para obtener el nueve había que sumar las dos cifras de su edad en el año 2010: 54 años. La institución era la Generalidad: él se convirtió en el presidente número 129 de la institución. Y el país era Cataluña, palabra formada por nueve letras. Además, Mas resumió su programa en "nueve ces": crecimiento, creatividad, conocimiento, cultura, civilidad, cohesión, corresponsabilidad, capitalidad y Cataluña.
El presidente regional siempre le ha gustado estar rodeado de la bandera catalana y ha huido de la española. El último ejemplo se vio durante su visita a Israel, concretamente en la foto que se hizo con el presidente israelí Shimon Péres y en la que apareció con dos banderas del país hebreo. Libertad Digital pudo aclarar que el protocolo israelí para sus "photocall" con Shimon Péres establece que la bandera del país procedente del líder visitante se pone de forma obligatoria junto a la de Israel para las instantáneas oficiales sólo cuando dicho líder es el presidente, primer ministro o jefe del Estado del país en cuestión.
A pesar de que el protocolo avalaba a Mas, éste no pudo evitar que se le fotografiara con la bandera de España mientras colocaba una corona de flores en recuerdo de los seis millones de judíos asesinados a manos del nazismo.
En mayo de 2013 fueron los de Google los que le amargaron el día al presidente de la Generalidad de Cataluña al publicar un Doodle para celebrar el 125 aniversario de la Expo Universal de Barcelona. En la imagen de portada del popular buscador se pudo ver el dibujo de la antigua Cuitadella y en cada torre una bandera de España, siete en total.
El propio hijo de Artur Mas también le debió de dar un disgusto al aparecer en una foto subida a Facebook posando con la bandera de España junto a unos amigos. Instantánea que aparecía pocos días después de que se conocieran las aficiones taurinas del futuro yerno del nacionalista catalán.
Su animadversión por la rojigualda le ha llevado a recibir abucheos hasta en algunos eventos deportivos. Así sucedió durante el último torneo de tenis Conde de Godó en el que recibió la pitada de un público entre el que se pudieron ver banderas de España en apoyo a los finalistas, los españoles Rafa Nadal y Nico Almagro.
También tuvo que aguantar los pitos de los aficionados a la Fórmula 1 cuando Fernando Alonso ganó el Gran Premio de Cataluña. El que quiere independizarse de España tuvo que ver como se izaba la bandera de España y sonaba el himno. Una situación que comentó hasta Antonio Lobato durante su retransmisión en Antena 3: "Estaba pensando yo, qué papelón de Artur Mas con todo el lío que tiene montado, escuchando el himno de España, aquí en el circuito de Cataluña. Ha tenido que pasarlo mal".