Excarcelados seis etarras que suman 13 asesinatos
El mayor número de asesinatos, cuatro, lo cometió Joaquín Urain Larrañaga.
La Audiencia Nacional aprobó este viernes un nuevo paquete de excarcelaciones de terroristas de ETA, exactamente, de nueve de ellos, después de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que derogó de facto hace poco más de un mes la aplicación de la denominada doctrina Parot.
Entre los terroristas con mayor currículum criminal que saldrán en las próximas horas a la calle se encuentran Juan José Zubieta Zubeldia, uno de los autores de la matanza de Vic, Jesús María Zabarte Arregui, conocido como el carnicero de Mondragón, y Juan José Legorburu Guederiaga, Txato, un etarra con once asesinatos en su historial terrorista.
Los otros seis terroristas de ETA excarcelados, con un historial criminal menor que los anteriores, son Miren Maitane Sagastume Arrieta, Ramón Uribe Navarro, Javier Goldaraz Aldaya, Joaquín Urain Larrañaga, Manuel González Rodríguez y José Ignacio Echevarría Pascual.
Miren Maitane Sagastume Arrieta. Fue condenada a 267 años de prisión por varios delitos relacionados con el terrorismo, entre ellos, dos asesinatos. Perteneció al grupo Ipar Haizea de ETA que realizaba labores de apoyo e información al sanguinario grupo Donosti. Su salida de prisión estaba prevista inicialmente para 2009, aunque la aplicación de la doctrina Parot la retrasó hasta 2021.
El primer atentado con víctima mortal en el que participó fue el 6 de mayo de 1991, cuando el grupo de ETA del que formaba parte colocó una bomba en el puerto de Pasajes (Guipúzcoa), al paso de un vehículo de la Guardia Civil. El agente Francisco Robles Fuentes perdió la vida y tres de sus compañeros resultaron heridos. El otro atentado con víctima mortal tuvo lugar en Rentería (Guipúzcoa), el 8 de junio de 1991, cuando el grupo etarra del que formaba parte asesinó a tiros a Raúl Suárez Fernández mientras paseaba a su perro.
Ramón Uribe Navarro. Ingresó en la organización terrorista ETA en 1985 y fue condenado por la Audiencia Nacional a 91 años de cárcel por varios delitos relacionados con el terrorismo, entre ellos, por participar en un asesinato en 1986. Su salida de prisión estaba prevista inicialmente para diciembre de 2012, aunque con la aplicación de la doctrina Parot se retrasó hasta 2024.
El atentado con resultado mortal en el que participó tuvo lugar el 24 de diciembre de 1986. El grupo etarra del que formaba parte colocó una bomba en el Pryca del centro comercial Mamut de Oyarzun (Guipúzcoa), en una campaña contra intereses económicos franceses en España, que acabó con la vida del guardia civil José Antonio Peña Medina.
Javier Goldaraz Aldaya. Fue condenado a 341 años por dos asesinatos y varios en grado de frustrados, entre otros delitos relacionados con el terrorismo. Coincidió en el grupo Nafarroa de ETA con otro de los excarcelados este miércoles, el terrorista de ETA Juan José Zubieta Zubeldia, uno de los autores de la masacre de la casa-cuartel de Vic (Barcelona).
El atentado mortal y siete de los frustrados tuvieron lugar el 16 de octubre de 1988, cuando junto a sus compañeros de grupo etarra colocó una furgoneta-bomba en Pamplona al paso de una tanqueta y un Land Rover ocupados por una docena de agentes de la Guardia Civil, que acababan de concluir su jornada laboral en el servicio de vigilancia del Centro Penitenciario de Pamplona.
Los terroristas activaron con un mando a distancia la carga de la furgoneta, aparcada en doble fila en la calle Larraina, y que tenía en su interior treinta kilos de explosivos y cuarenta de metralla. La explosión alcanzó de lleno a la tanqueta, que fue lanzada contra un árbol situado en uno de los lados de la calzada. El guardia civil Julio Gangoso Otero murió en el acto y los otros siete ocupantes resultaron heridos de gravedad. Los ocupantes del Land Rover salieron ilesos.
Ocho meses después, el 25 de junio de 1990, participó en un atentado contra el sargento de la Guardia Civil José Luis Hervás Mañas en la localidad navarra de Foz de Lumbier. El agente era parte de unas unidades de refuerzo que habían llegado a los parajes turísticos de la localidad para luchar contra los crecientes robos. Al ver un vehículo sospechoso se acercó hacia él para pedir la documentación a sus ocupantes, momento en el que los terroristas de ETA abrieron fuego contra él.
Joaquín Urain Larrañaga. Miembro del grupo Vizcaya de ETA. Fue condenado a 421 años por cuatro asesinatos, 11 asesinatos frustrados y un atentado con muerte. Estrenó su currículum criminal el 2 de julio de 1984 con el asesinato a tiros en Portugalete (Vizcaya) del teniente coronel de Artillería retirado Alberto Aznar Feix, al que asesinaron en presencia de su madre, de 92 años de edad.
El 7 de diciembre de 1984 participó en la colocación de un coche-bomba en Galdácano (Vizcaya) al paso de un microbus que transportaba a catorce militares y empleados civiles que trabajaban en el cuartel de Munguía (Vizcaya). Fallecieron tres personas: el cocinero civil Luis Alberto Asensio Pereda; el teniente de Infantería Juan Enríquez Criado; y el subteniente de Infantería Francisco Javier Fernández Lajusticia.
Manuel González Rodríguez. Detenido en septiembre de 1989. Autor material de varios atentados, entre ellos, uno llevado a cabo contra la casa-cuartel de Llodio (Álava) en junio de 1989, en la que emplearon 125 kilos de amonal y trilita. El inmueble quedó destruido y, pese a que en el mismo dormían 33 personas, de las que ocho eran niños y nueve mujeres, no se produjeron víctimas mortales. Participó también en otros tres atentados con explosivos.
José Ignacio Echeverría Pascual. Fue condenado a 336 años por cuatro asesinatos. Además, fue condenado por la elaboración y colocación en 1991 de un artefacto explosivo en un bar de Hernani en el que ETA sospechaba que se traficaba con drogas. También participó en el atentado de Lago Sanjuan el 10 de enero de 1991, mediante la elaboración de una bomba-lapa que no le mató, pero le dejó gravemente herido, con varias partes del cuerpo amputadas.
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