Álvaro Cuesta, de la comisión del 11-M al CGPJ

Álvaro Cuesta ha sido uno de los históricos diputados y de los miembros de dirección del PSOE. El abogado asturiano propuesto para vocal del CGPJ fue precisamente el representante de su partido en la Comisión de investigación parlamentaria del 11-M, donde destacó por sus ataques a los miembros del Gobierno de Aznar que comparecían para dar explicaciones de los atentados. Comisión que se celebró meses después de los atentados, ya con Zapatero en el poder, y se caracterizo por el empeño de la izquierda en apuntalar la versión oficial del atentado y tapar las investigaciones periodísticas que la cuestionaban y ya comenzaban a aparecer en medios como Libertad Digital y El Mundo.

En este sentido, Cuesta criticó duramente a Aznar, Zaplana y Acebes y se preciaba en público de "hacer todo lo posible para que quienes entonces tenían responsabilidades de Gobierno no vuelvan a gobernar España". Fue especialmente agresivo con todo aquel que se atrevía a cuestionar la versión oficial de los atentados de Madrid. De hecho, su papel en la comisión fue el de justificar el papel del PSOE en la manipulación de los atentados entre el 11 y el 14 de marzo y criminalizar al Gobierno de Aznar.

Histórico del partido, Álvaro Cuesta ha sido diputado nacional por el PSOE de 1982 a 2000 y de 2002 a 2011, por lo que ha pasado prácticamente toda su carrera profesional como diputado y no como jurista. Entró al Congreso con 27 años y lo dejó con 56 años, tras un breve periodo en el que no fue parlamentario. En el Congreso ha presidido la Comisión de Justicia y en el seno de su partido ha sido miembro de la Ejecutiva Federal siendo además secretario de Política Municipal y más tarde como secretario de Libertades Públicas y Derechos de Ciudadanía.

Otra de las características de Álvaro Cuesta ha sido ser uno de los mayores exponentes del laicismo más radical dentro de su partido y en el Congreso de los Diputados. Pertenece a la corriente socialista que pretende anular cualquier acuerdo con la Iglesia y que más ataques ha dirigido a los obispos y a los católicos españoles.