El terrorista José Antonio López Ruiz, Kubati, cuya libertad ha decretado la Audiencia Nacional, abandonó la cárcel de Puerto I, en medio de las protestas, insultos y zarandeos de un grupo de familiares de víctimas de la banda terrorista ETA.
Kubati, condenado a penas que suman 1.210 años de cárcel, ha cumplido 26 años de prisión por su participación en trece asesinatos consumados y 16 frustrados. El terrorista salió de la cárcel alrededor de las 22:15 horas, mientras un grupo de unas cuarenta personas, entre las que había familiares de víctimas del terrorismo, le han insultado y gritado "asesino".
Al cruzar la barrera de salida la Policía ha tenido que intervenir ante la avalancha de manifestantes que han rodeado, intentando abordar el vehículo y han conseguido zarandear y dar patadas al automóvil en el que Kubati abandonó el lugar. Entre los congregados en las inmediaciones de la prisión se encontraba Encarna Carrillo, esposa del concejal del PP Manuel Indiano, asesinado en Zumárraga (Guipúzcoa) en agosto del 2000, cuando ella estaba embarazada de siete meses.
También acudió a la protesta un hermano del cabo de la Guardia Civil Antonio Mateo, asesinado por Kubati de varios disparos en la cabeza cuando paseaba de paisano junto a unos familiares por las calles de la localidad guipuzcoana de Ordizia, en noviembre de 1987.
Pocas horas antes, las víctimas acudían a las puertas del centro penitenciario para esperar la salida del etarra. Al mismo lugar llegaron los allegados del terrorista con un coche para recogerlo cuando saliera de prisión. Allí coincidieron con las víctimas y éstas no dudaron en increpar igualmente a los amigos del sanguinario terrorista.
Con la cara tapada, los amigos esperaban al etarra en el interior del vehículo mientras las víctimas les recordaban las tropelías realizadas por Kubati y sus compañeros contra sus familiares. Finalmente, la Policía intervino y los amigos del etarra excarcelado abandonaban el lugar con su coche.
"Ahora ellos son los buenos y nosotros los malos"
Una de las víctimas allí presentes era Francisco Mateo, hermano de Antonio Mateo, un agente de la guardia civil asesinado por el etarra Kubati. Expresó su rabia a Dieter Brandau en Es Noticia de esRadio, a las puertas del centro penitenciario. "Hoy sale ese sanguinario asesino, Kubati, que mató a mi hermano. Estamos aquí para recibirlo, para darle la enhorabuena porque le han dado la libertad a ese hijo de puta", dijo sin poder contener su dolor.
"No estamos conformes con lo que han hecho los jueces y los políticos. No estamos conformes" con que los asesinos "salgan sin cumplir la pena mínima. El que menos tiene, son 60 años, pues que los cumpla. Y Kubati, que tiene 1.200 años que se muera ahí, es lo que pedimos las víctimas, han hecho mucho daño y han matado a mucha gente", dijo. "Ahora ellos son los buenos y las víctimas las malas. ¿Cómo se come eso?".
Francisco Mateo, como el resto de las víctimas, parece haber llegado al límite de su paciencia. "Llevamos un montón de años pidiendo justicia pacíficamente, pero no nos hacen caso. Los jueces y políticos pasan de todo. ¿Es el mundo al revés o qué?".
El hermano del agente asesinado explicó a Dieter Brandau que porta una pancarta en la que le pide al etarra, al que solo conoce por foto, que le mire a los ojos cuando salga "para decirle lo que tengo que decirle. Y Dios quiera que no se ría de mí porque no sé lo que voy a hacer". Francisco no puede soportar ver a los asesinos con su gente, "los de Bildu y todos los que ahora dicen que son políticos, disfrutando de lo lindo" mientras las víctimas sufren.
"La culpa es de los políticos. ¿Es que el Gobierno no puede impedir esto?", se pregunta, impotente ante la inminente excarcelación de trece miembros de la banda asesina.