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Uno de los mossos alega que los rodillazos son una técnica de reducción

El primero de los mossos en declarar ha asegurado ante la juez que los gritos de la víctima recogidos en los vídeos eran "de rabia, no de dolor".

Los mossos imputados han llegado al juzgado camuflados entre sus compañeros | EFE

Cuatro de los mossos d'Esquadra imputados por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, en el caso del Raval, se encuentran en el Palacio de Justicia para declarar ante el juez por el caso Raval.

Uno de los mossos d'Esquadra imputados por la muerte del empresario ha justificado este miércoles ante la juez los rodillazos que él mismo le propinó porque, según su versión, son una técnica de reducción prevista en los protocolos, y ha afirmado que los gritos que daba la víctima eran "de rabia, no de dolor".

Ante la titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona, que investiga la muerte del empresario en el barrio barcelonés del Raval el pasado 6 de octubre, ha declarado el primero de los ocho mossos d'esquadra imputados durante una hora aproximadamente, han informado fuentes judiciales.

El imputado ha defendido que la operación de reducción del empresario fue correcta y acorde a las técnicas de inmovilización que se enseñan a los mossos d'Esquadra durante su formación en la Escuela de Policía.

Los ocho imputados por la muerte del empresario comparecen ante el juez durante este miércoles divididos en dos turnos, mañana y tarde. Los cuatro mossos que han llegado durante la mañana, lo han hecho camuflados entre una veintena de compañeros, todos ellos vestidos de paisano, con lo que han dificultado que las cámaras les identificaran. Además, algunos llevaban gafas de sol y capuchas para evitar ser fotografiados. Los mossos que no estaban citados como imputados han abandonado las inmediaciones de la sala de vista donde se están llevando a cabo las declaraciones.

La juez Eva Moltó ha imputado a los ocho agentes de la policía catalana por delitos contra la vida y/o la integridad física, contra la integridad moral, obstrucción a la justicia y coacciones.

En su opinión, existen indicios de que los agentes no se limitaron a efectuar acciones para reducir al empresario, sino que le propinaron golpes, patadas y puñetazos, tras lo que intentaron supuestamente destruir pruebas de lo sucedido.

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