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Aznar: "A Rajoy no le pido que sea simpático, sino que acierte en sus decisiones"

Considera que el actual presidente del Gobierno "hace lo que puede", aunque "cada maestrillo tiene su librillo".

José maría Aznar, este jueves en 'Espejo Público' de Antena 3 | Imagen TV

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha declarado en una entrevista concedida a Espejo público que no le pide a Rajoy "que sea simpático", sino "que tome decisiones, que tenga una idea de clara de las cosas que hay que hacer y que las haga". "Me quedo más tranquilo cuando le escucho decir 'la unidad de España no es negociable, no habrá proceso constituyente' a cuando lo oigo decir 'hoy llueve mucho'", ha dicho, refiriéndose a cómo el actual presidente del Ejecutivo afronta el desafío soberanista catalán. "Cuando le oigo decir 'hoy llueve mucho' me preocupo, cuando le oigo decir lo segundo, digo ese es el camino adecuado".

Aznar se ha mostrado más comedido que en otras ocasiones cuando ha opinado sobre el actual Gobierno, pese a las numerosas preguntas de la presentadora del programa de Antena 3, Susana Griso. "¿Por qué me quiere enfrentar al Gobierno esta mañana? Cuando estoy en desacuerdo con el Gobierno, lo digo. Yo me corto poco", le ha dicho el expresidente a la periodista.

José María Aznar ha declarado que piensa que el actual Ejecutivo "hace lo que puede, pero cada maestrillo tiene su librillo". Ha dicho que es necesaria una reforma fiscal y otra del sector público, y ha lamentado que "tenemos unos problemas con nuestro déficit muy importantes". Por otra parte, ha alabado la reforma laboral y la reforma financiera. Además, ha sacado pecho de su gestión económica al frente del Gobierno: "No hubo milagro, sino muchas decisiones políticas y un programa continuado que dio buenos resultados. Podemos discutir opiniones, pero los hechos son los hechos: usted coge España de una manera y se la encuentra de otra".

El expresidente del Gobierno ha declarado que le pide cosas al Gobierno porque desea su éxito, "y de esto depende también el éxito de España". Afirma que la política consiste "en hacer cosas", y dice que él alza su voz "porque hay mucha gente que me dice que hable. En una situación peligrosa, la gente me dice: 'tú tienes algo que decir'". Aznar considera que los silencios son peligrosos y dice que se queda "más tranquilo" cuando escucha decir a Rajoy que "la unidad de España no es negociable, no habrá proceso constituyente".

"Que todas las sentencias se respeten"

Aznar se ha pronunciado sobre el fallo del TEDH que insta a España a derogar la doctrina Parot. Dice estar en "desacuerdo profundo con esa sentencia", pero añade que hay que respetarla. El expresidente, eso sí, pide a aquellos que "piden respetar la sentencia, que respeten todas", incluida la que señala que "Batasuna y Bildu no pueden ser legales ni por sus medios ni por sus fines".

El exlíder del Ejecutivo cree que el Gobierno actual "habrá hecho lo que puede" y no ha querido "enjuiciar una situación de hecho". "Ahora, a esperar que tanto los fiscales como el TS hagan una interpretación de la sentencia, y esperemos que la hagan en bien de todos, especialmente, de las víctimas del terrorismo", ha agregado. Además, ha mostrado su apoyo a las víctimas: "Estoy a su lado, las entiendo, las defiendo".

Sobre el 11-M: "Dijimos todo lo que sabíamos"

José María Aznar ha declarado que él puede explicar sus ocho años de Gobierno a sus nietos "con notable tranquilidad y orgullo". "Fue una gran ambición de España, querer ser los mejores, dimos un salto gigantesco y lo conseguimos. Efectivamente, hubo una parte de gente que estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para que ese proyecto no saliera adelante", ha añadido.

Sobre los atentados del 11-M, el expresidente ha dicho que la orden que se dio "fue decir todo lo que se sabía" y que "la Policía y los servicios secretos apuntaban a ETA". "¿Qué teníamos que hacer? ¿Contar lo que no nos decían la Policía y los servicios secretos?", se ha preguntado.

Aznar ha apuntado que esos atentados "fueron muy planificados, ideados por una mente absolutamente diabólica, y produjeron unos resultados devastadores". ¿Cuál era el objetivo principal? Según el político popular, "alterar el rumbo político e histórico de España".

Además, ha lamentado que "una parte de la izquierda del país dijo al Gobierno que había sido responsable de lo que había pasado". "Eso no tiene precedente en la historia democrática de ningún país. Y eso crea un precedente muy malo, puede hacer saltar todas las barreras. La izquierda española no podrá presentar esos días como unos días sin mancha, limpios, sino más bien lo contrario", ha añadido.

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