Javier Borrego, ex juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mostró su estupefacción - En casa de Herrero, de esRadio- por la sentencia, que dicho tribunal hizo pública este lunes, sobre la condena dictada contra España por la aplicación de la doctrina Parot a la etarra Inés del Río. "Hasta el caso de Inés del Río, Estrasburgo distinguía clarísimamente entre la imposición de la pena y la ejecución o modalidades de ejecución de esa pena", explicó.
Borrego se mostró especialmente extrañado por la actuación de su sucesor en el cargo. "Yo no veo ningún voto particular disidente" de Luis López Guerra. Y eso que para haber defendido la postura de España tenía la sentencia del Tribunal Supremo de 2006, "adoptada por el Pleno de la Sala del Supremo por 12 votos frente a tres", y, más tarde, "por 25 sentencias del Tribunal Constitucional por mayoría de 10 (votos) a uno o 10 (votos) a dos", recordó.
Sin embargo, lo que ha quedado recogido "con detalle" en esta sentencia de Estrasburgo son las "posturas minoritarias" de los Altos Tribunales españoles "como si fueran el derecho nacional", afirmó. "El juez nacional ha considerado, legítimamente, que la interpretación correcta (de ese derecho nacional, "que es el que debe regir") es el que hizo la minoría, no la mayoría" de los magistrados del TS y TC. "El juez español fue partidario de las ideas de esa minoría".
Si López Guerra, durante la deliberación, fue "partidario de condenar al Estado, hay que saber mucho de convenio europeo o tener mucha personalidad, como el (magistrado) británico para oponerse", dijo refiriéndose al resto de jueces.
Borrego también recordó que el Reino Unido no ha cumplido con las sentencias de Estrasburgo y dilata su ejecución en el tiempo. Y remachó que, de cualquier manera, "las sentencias se ejecutan por la parte contratante"; es decir, el "Reino de España" no la Audiencia Nacional.