"A ningún policía le da por favorecer el proceso de paz"

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera que la condena a los dos policías a un año y medio de prisión por revelación de secretos en el caso del chivatazo a ETA en 2006 ha sido impuesta por un tribunal pero "empujada" desde el Gobierno y el PP que ya tienen unos "cabezas de turco".

En declaraciones a Efe, José María Benito, portavoz del SUP, ha reiterado su apoyo y confianza a la inocencia del exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y al inspector jefe José María Ballesteros, condenados ambos a un año y medio de prisión y cuatro de inhabilitación por la Audiencia Nacional, que les ha absuelto finalmente del delito de colaboración con organización terrorista.

A juicio del sindicato mayoritario, tanto Pamies como Ballesteros han sido víctimas de una justicia "politizada" y de un "montaje" en la investigación de la filtración a ETA en el bar Faisán de Irún que frustró una operación policial contra el aparato de extorsión de la banda. Un montaje, ha asegurado Benito, que tenía como objetivo ocultar a los "verdaderos culpables" del chivatazo al que ha contribuido el presidente de la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia, Alfonso Guevara, quien, a su juicio, "limitó el derecho de las defensas" por no permitir que se facilitaran pruebas que demostraban que la investigación de la filtración contenía manipulaciones.

Según el portavoz del SUP, la condena, que no permitirá a los policías volver a ejercer su trabajo, ha sido impuesta por un tribunal y "empujada desde el Gobierno y el PP que ya tienen unos cabezas de turco para utilizar" en el juego político. Con todo, el sindicato mayoritario en el cuerpo y al que está afiliado el exinspector de Información de Álava José María Ballesteros, confía en que el Tribunal Supremo, al que recurrirán ambos condenados la sentencia restablezca la justicia.

CEP: falta la "vinculación política"

Por su parte, el secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), Ignacio López, "la primera valoración que hacemos de la sentencia es que no cierra un aspecto absolutamente vital, que es la vinculación política". Tal y como señala en declaraciones a LD, "seguimos considerando que es demencial pensar que este chivatazo se dio sin ser por orden de instancias políticas, es decir, que un policía, motu proprio y siguiendo la literalidad de la sentencia, con el objetivo de no entorpecer la negociación, va a dar el chivatazo a los terroristas".

Para López, no cabe duda de que se trata de una "sentencia de conveniencia y que no satisface el fin más importante de esta investigación que es aclarar los términos en los que se produce este contexto que nos parece que se produjo en un contexto de clarísima influencia política, que lo deja entrever la sentencia pero no entra en ella". Además, destaca como "desconcertante" que "en el tráfico de llamadas entre los dos sentenciados haya una tercera persona, un tercer vértice del triángulo que haya sido exonerado de toda responsabilidad".

Otras fuentes policiales han señalado a Libertad Digital que es "totalmente impensable" que un policía decida dar un soplo a la banda terrorista ETA porque se siente muy comprometido con el proceso de negociación. "A ningún policía le da por favorecer el proceso de paz", decían estas fuentes.