Tal día como hoy, 10 de octubre, pero de 2012, Libertad Digital contaba en su portada las críticas que los trabajadores del diario de PRISA lanzaron contra el presidente del grupo. El comité de empresa de El País colgó en su blog un documento titulado "Reprobación a Juan Luis Cebrián: No nos representa". En él criticaban que el presidente "se embolse millones de euros mientras intenta despedir a 149 compañeros". Criticaban que se hubiera "embolsado 13 millones de euros en el ejercicio de 2011" y que se hubiera aumentado en un 30% los bonus para 2012.
Por ello, exigían a Cebrián "que devuelva buena parte de los millones que se ha llevado". El texto decía que los trabajadores comprueban con "estupor e indignación" cómo el presidente de PRISA "descalifica nuestro trabajo, denigra públicamente el periódico que debería defender con uñas y dientes y se burla de los centenares de miles de españoles que a diario acuden para pagar por el producto que hacemos todos".
Se referían a las declaraciones que hizo Cebrián en abril de ese mismo año cuando decía que "los diarios ya no vertebran la opinión pública" y añadía que los periódicos "siguen teniendo un papel, pero ya no ese cuarto poder de los años cuarenta o cincuenta". El tono de las críticas fue subiendo con su intervención y dijo que "por un euro de inversión en Internet se pierden 10 euros en la prensa tradicional" y que "los periódicos ya están muertos, el iPad e Internet acabarán con la prensa de papel como el automóvil acabó con las carretas de caballos". Llegó incluso a decir que "cuando leo El País por la mañana no me interesa lo que dice. Ya me conozco lo que dice". Por último, avanzó lo que sucedería a continuación: "Las condiciones pactadas con los sindicatos en los años ’90 son inasumibles en el momento actual".
Dos días después de la intervención de Cebrián en Cádiz, el comité de empresa de El País anunciaba un ERE que afectaría a "un número importante" de empleados. La redacción, que se encontraba entre el desasosiego y la indignación, publicaron una viñeta con su presidente como destinatario. En ella se podía ver a un hombre contando un fajo de billetes y sobre él se podía leer: "El papel no tiene futuro…¡menos el de los billetes, claro!".
En octubre de 2012, Cebrián anunció despidos y rebaja de sueldos en El país. Según un comunicado del grupo, esas medidas se tomaban "para garantizar la viabilidad de la empresa en los próximos años ante la grave caída de los ingresos por la contracción del mercado publicitario y la reducción de la difusión". Tres meses antes, el presidente ejecutivo de PRISA, Juan Luis Cebrián, anunció que seguiría en su cargo hasta diciembre de 2015 tras aceptar la propuesta que le había hecho el grupo. Ya era público que el sueldo de Cebrián en 2011 fue de 13 millones de euros. Según él, "mis emolumentos son los habituales del mercado".
Pero no debían de ser tan habituales si atendemos a la información que se publicó poco después en la que se contaba que Cebrián era el segundo ejecutivo mejor pagado de España, a pesar de soportar una deuda millonaria y de haber perdido 451 millones de euros en el año 2011. Sólo le superó el consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, que superó los 20 millones de euros de retribución, aunque el grupo textil se acercó a los 2.000 millones de beneficios.
Las protestas de los trabajadores de PRISA contra Cebrián no eran nuevas. En febrero de 2011 reaccionaron a la decisión de despedir a 2.514 empleados creando la plataforma "Salvemos Prisa". Desde entonces los trabajadores se unieron para acudir a todos los actos en los que iba a participar Cebrián. La consigna era clara: "Estamos en contra de cualquier despido, NO a la supresión de 2.514 puestos de trabajo en PRISA. SÍ a la reducción de salarios millonarios".