La huelga indefinida en la enseñanza pública, que durante tres semanas los profesores han realizado contra el Gobierno de José Ramón Bauzá, ha provocado denuncias y quejas ante la Consejería de Educación de Baleares.
Desde el departamento que dirige Joana María Camps se llegó a dar instrucciones precisas a los centros educativos públicos y concertados de las islas para que todos los docentes que estuvieran en su puesto de trabajo impartiesen clase y avanzaran temario. "Quiero tranquilizar a los padres en este sentido, basta con que vaya un niño a clase para que los docentes empiecen a avanzar materia", dijo la consejera. "No es lo mismo que un niño no vaya porque está enfermo, que el que no vaya porque no quiere. Todo el que vaya a clase tiene derecho a recibir enseñanza".
Pero no en todos los centros se estaban respetando estas instrucciones. En el IES Marratxí esto no fue así. Tal y como denunció Laura a Libertad Digital, en el Marratxí (su instituto hasta hace un día) el director llegó a comunicar a los padres que no importaba si llevaban a sus hijos a clase o no porque los docentes no iban a avanzar temario. Cuando un grupo de estudiantes, entre los que se encontraba Laura, llamó a la puerta de su despacho para pedir explicaciones éste les contestó: "estamos en situación de huelga". Y alegó "el derecho de los otros alumnos" a llevarla a cabo. Decidieron después acudir al jefe de estudios, pero les tachó de "esquiroles" y "egoístas" por no secundar los paros.
En otros centros, a los alumnos se les dejó en el patio durante toda la jornada. Tal era la desesperación de algunos padres que decidieron acudir a la Consejería de Educación a interponer quejas o denuncias, o incluso a solicitar el cambio a la escuela concertada. También Círculo Balear recogió numerosas reclamaciones en este sentido; mil, exactamente, y al menos 300 firmas de padres que han agrupado y presentado este jueves ante el departamento de Educación.
La reclamación administrativa se dirige contra las Juntas Directivas de Padres de Alumnos así como contra todas las asociaciones de padres integradas en la FAPA de Mallorca y contra los equipos directivos a los que pertenecen dichas asociaciones por "promover e incitar al absentismo escolar en reiteradas jornadas lectivas a través de la campaña "Buida l´escola" (Vacía la escuela)" y por el hecho de que dichas asociaciones hubieran "acordado con los docentes no llevar a sus hijos a clase" para que estos pudieran "continuar con la huelga y seguir cobrando sueldo, incurriendo en un posible fraude a la hacienda pública y cometiendo, los funcionarios públicos que tienen conocimiento de ello, un posible delito de prevaricación".
En la denuncia, adjuntan la convocatoria de FAPA Mallorca y las circulares entregadas a los alumnos menores de edad. En ellas se informa de que las APIMAS han decidido "dar soporte a los maestros y vaciar la escuela de alumnos". Así, los profesores, añaden, "trabajarán y no perderán sueldo. Y los padres nos unimos a la huelga no llevando a nuestros hijos a clase". En concreto, el instituto Berenguer d´Anoia (de Inca) insta, en una de esas circulares, a los padres a "ir a la escuela vestidos de verde y con globos verdes. Y cuando se abran las puertas no entrar en el centro. Hemos convocado a la prensa para que nuestra acción tenga impacto mediático".
En el centro Pío XII de Palma de Mallorca se informaba a los padres de que el jueves 3 de octubre y viernes 4, "en la medida que nos sea posible, no llevaremos a nuestros hijos a la escuela". Y comunicaban que "estos días los docentes no harán huelga, pero tampoco avanzarán temario. La finalidad es parar la actividad del centro, sea por parte de los docentes o por parte de las familias".