Los nacionalistas catalanes y las organizaciones de la órbita etarra han establecido una sólida corriente de colaboración que se plasma en la implantación en Cataluña de plataformas como la Asociación de Municipios Indepedentistas, cuya estrategia de retirar las banderas españolas, declararse territorios libres y practicar la "soberanía fiscal" es la misma que desarrolló la Udalbiltza batasuna, el símil vasco de la asociación municipalista catalana. Sin embargo, la radicalización creciente de Convergencia y de algunos sectores del partido de Duran, Unió, es motivo de admiración, elogio y copia ahora en el País Vasco. El reto independentista de Convergencia y sus dirigentes es contemplado por los dirigentes de EH Bildu, las actuales siglas de Batasuna, con envidia y como la línea a seguir por parte de la denominada izquierda abertzale. Hasta la banda terrorista observa atenta el proceso catalán.
Por ejemplo, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, (quien hasta hace un par de años era considerado poco nacionalista) era una de las estrellas invitadas a la conferencia internacional "Construyendo la paz", organizada por el Consistorio donostiarra, en manos de EH Bildu, que se celebra estos días en San Sebastián. El acto, planteado como la reconversión de la historia terrorista, no ha sido precisamente un éxito de participación. Durante su presentación, en septiembre pasado, se establecieron tres grupos de trabajo de alcaldes y dirigentes políticos que incluían a los primeros ediles de Belfast, Durban (Sudáfrica), Suchitoto (El Salvador), Cochabamba (Bolivia), Rosario (Argentina) y Barcelona, entre las ciudades más conocidas.
A última hora Trias se ha caído del cartel, según fuentes nacionalistas por la "escasa entidad" de las "personalidades" asistentes. Pero Convergencia no ha dejado solo al alcalde bildutarra de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre. El líder del PP en el Ayuntamiento barcelonés, Alberto Fernández Díaz, ha denunciado que el grupo municipal de CiU ha enviado al "evento" al concejal de presidencia y territorio, Jordi Martí i Galbís, uno de los hombres de confianza de Trias. El objetivo es hacer méritos y contactos de cara a la "internacionalizacion" de lo que en CiU ya se denomina directamente el "conflicto catalán".
Ante el persistente avance en los sondeos de ERC, que es confirmada una y otra vez como primera fuerza política catalana en intención de voto, CiU ha optado por cultivar unas relaciones de las que no había precedente. Convergencia necesita, según sus dirigentes, extender entre el electorado la impresión de que su apuesta radical no es un brindis al sol, de ahí la escalada verbal de los dirigentes de Convergencia antaño más moderados y el apoyo oficial del Ayuntamiento de Barcelona a la citada conferencia.
Este acto de signo ultranacionalista en San Sebastián ha provocado una manifestación de las víctimas del terrorismo ante el ayuntamiento vasco para denunciar que quienes jamás condenaron a ETA pretenden erigirse ahora en los primeros pacifistas. Precisamente, el que los partidos proetarras no condenaran los asesinatos era un escollo insalvable para CiU, que limitaba sus contactos con el nacionalismo vasco al PNV y Eusko Alkartasuna, pero era refractario a toda clase de relación con Batasuna. Ahora, la hoja de ruta independentista de Mas, la presión de las encuestas y el empuje de ERC fomentan hechos como que CiU firmara a favor de la participación de Arnaldo Otegi en la comisión parlamentaria catalana del "derecho a decidir" o que apoye el acto de "reconstrucción" histórica con el que se pretende legitimar políticamente la historia criminal de ETA.
Un artículo publicado el martes por el periodista vasco experto en terrorismo Florencio Domínguez en La Vanguardia, constataba la seducción que ejerce en ETA la deriva del nacionalismo catalán: "Hasta ETA dirige su atención hacia lo que está ocurriendo en Cataluña. En un boletín enviado a sus presos el pasado mes de julio, la banda terrorista escribía: "Los pasos que se prevén para llevar a cabo un referéndum por el soberanismo en una parte de los territorios catalanes han agitado de forma importante la situación en los últimos meses. El debate que se ha generado, además del escándalo que ha provocado en España, tiene también influencia directa en Europa y en Euskal Herria". Este documento etarra establecía como una línea de trabajo de la izquierda abertzale dar prioridad a las alianzas en Escocia, Flandes y Cataluña", concluía el periodista.
El calculado reparto de papeles radicales en CiU llega al extremo de que mientras el presidente de la Generalidad, Artur Mas, se veía forzado a recibir a los convocantes de la manifestación del próximo sábado en Barcelona, organizada por la plataforma Som Catalunya, somos España, (tras haberlo hecho antes la Delegada del Gobierno, Llanos de Luna); Duran i Lleida, desde los Estados Unidos y como presidente de la comisión de política exterior del Congreso, acusaba al Partido Popular de "atizar el incendio entre Cataluña y España" por dar su apoyo a la citada manifestación.