No sólo nuestros estudiantes de 15 años obtienen unos malos resultados en las pruebas PISA, que se fijan en tres variables: lectura, matemáticas y ciencias, también los adultos españoles. El Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos (PIAAC, por sus siglas en inglés) arroja incluso peores resultados.
El también conocido como PISA para adultos, que evalúa el rendimiento en comprensión lectora y matemática entre la población de 16 y 65 años, sitúa a España en los últimos puestos entre los países de la OCDE. Los españoles examinados, 6.055, obtuvieron 252 puntos en comprensión lectora, 21 por debajo del promedio de la OCDE y 19 por debajo de la Unión Europea. Sólo a los italianos les cuesta más que a nosotros extraer conclusiones de una lectura y se pierden en un texto de cierta complejidad como el Quijote. Por contra, los países mejor posicionados a este respecto son Japón, Finlandia y los Países Bajos.
Pero si en comprensión lectora estamos muy por debajo de la media de los países de nuestro entorno, en matemáticas es aún peor. Hay que resaltar que en las pruebas - que en España tuvieron lugar entre el 1 de septiembre de 2011 y el 1 de mayo de 2012 - no se incluyeron complejas ecuaciones matemáticas sino cálculos sencillos, de simple manejo en la vida cotidiana (entender el gráfico del recibo de la luz, comparar precios de hoteles o hallar el precio final de la compra).
Aquí España obtuvo 246 puntos, 23 por debajo del promedio de la OCDE y 22 por debajo de la UE: el último puesto entre las naciones examinadas (157.000 adultos de 23 países). Japón, Finlandia y los Países Bajos vuelven a ocupar las posiciones más altas.
Pero es que, además, en algunos países los titulados en Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio obtienen mejores resultados que los universitarios españoles. En concreto, en comprensión lectora, los japoneses titulados en Bachillerato y FP obtienen 289 puntos; los de los Países Bajos 287 y los de Australia 282. Estos últimos consiguen la misma puntuación que los universitarios españoles.
El efecto negativo de la LOGSE
El PIAAC ha permitido además realizar un análisis global de la evolución de nuestro sistema educativo. Puesto que examina en un momento determinado a adultos de entre 16 y 65 años, proporciona una idea de cómo ha progresado la adquisición de competencias de los españoles nacidos entre 1947 y 1996. Esto es, pone de manifiesto un avance muy significativo respecto a la generación anterior de quienes estudiaron en la década de los sesenta, gracias a la escolarización de una parte de la población. Asimismo, señala cómo el avance continúa, aunque en menor medida, gracias a la educación postobligatoria de la década de los ochenta.
Pero también muestra cómo a partir de los noventa el avance educativo se estanca para quienes estudiaron tras la entrada en vigor de la LOGSE: apenas si se avanza en comprensión lectora y matemática.