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Surge en el PSOE andaluz una línea crítica contra la Junta

Miembros del PSOE piden a la Junta no seguir los pasos que marca IU, además de fomentar políticas de crecimiento empresarial.

En un artículo firmado en El País, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Josele Aguilar, miembros del comité federal del PSOE y Joaquín Dobladez, del comité director del PSOE de Andalucía, se distancian de los gestos izquierdistas del gobierno PSOE-IU, que subrayan conducirán a más paro y piden elecciones primarias abiertas en su partido.

Además, aprueban la limitación de mandato en la Junta, el respeto a los jueces, la lucha efectiva contra la corrupción eliminando las subvenciones. Incluso se proponen "otorgar seguridad a la propiedad privada, un sistema administrativo imparcial, transparente y unos servicios públicos que proporcionen igualdad de condiciones." Por si fuera poco, piden la reforma de la ley electoral y la ley de partidos. Todos ellos, sin embargo y de un modo u otro, han sido parte del "régimen" que ahora parecen criticar.

Defendiendo en general el estado del bienestar, estos militantes andaluces lo interpretan de modo más liberal diciendo que "los socialistas debemos decir sin complejos que sin crecimiento económico y sin empresas la creación de empleo es imposible... para generar las condiciones necesarias donde los empresarios inviertan y compitan, hacen falta instituciones inclusivas, y para ello es fundamental que los políticos sean agentes (aunque imperfectos) de los ciudadanos.

Tras calificar la marcha de José Antonio Griñán como "precipitada" y la elección de Susana Díaz como "llegada", abogan por "cambiar la estrategia económica de la comunidad y, en paralelo, promover una regeneración política real...más bien implica romper con dinámicas caducas que se han demostrado científicamente improductivas e ineficaces.


Otros claves del artículo a destacar

"En Andalucía debemos transitar por el camino del cambio de un sistema de subvenciones y una política de "fondo perdido" hacia la meta de una política basada en el incentivo, el esfuerzo y en los estímulos necesarios para la creación de empresas.

Un capital humano de calidad a través de una formación reglada, pública; con la Universidad, la investigación, el desarrollo y la innovación como piezas claves para construir el nuevo escenario económico andaluz. Es aquí donde debemos dirigir todos los esfuerzos presupuestarios en materia económica.

De nada sirve formar a desempleados si no hay empresas que los puedan contratar. Más bien, deberíamos formar para la creación emprendedores y con ellos la creación y la defensa del empleo de calidad.

Los socialistas debemos liderar el proceso de regeneración democrática basado en el consenso y en la puesta en marcha de las medidas jurídicas necesarias.

El poder se concede por un tiempo limitado y su ejercicio no debe tener como objetivo exclusivo el mantenimiento en el mismo, en base a la mera gestión administrativa o la gestión de los tiempos políticos. El ejercicio del poder debe ser democrático, transparente, compartido y plural.

Es urgente abordar una reforma legal en profundidad para combatir la corrupción, más allá de ocurrencias puntuales que consiguen alejarnos cada vez más de los ciudadanos por la ineficacia de las mismas.

Es crucial en estos momentos un respeto profundo a la justicia, solo mediante el respeto al árbitro de esta sociedad podemos garantizar su independencia e imparcialidad. Hay que reformar la ley de partidos para hacer más democrático y transparente su funcionamiento, así como la ley electoral, para que los políticos ganen en representatividad y en cercanía con la ciudadanía.

Si aseguramos que vamos a limitar los mandatos a la presidencia de la Junta de Andalucía, los limitaremos. Si decimos que es necesario abrir el PSOE a la sociedad tendremos que hacer primarias abiertas a los ciudadanos."

Este grupo de socialista prevé la existencia de "luditas" en su partido, que son "aquellos que... se resistirán a cualquier cambio e innovación puesto que ven peligrar sus privilegios económicos y de influencia social. Aquello que describió el sociólogo Robert Michels como "la ley de hierro de la oligarquía", una forma particularmente perniciosa del círculo vicioso."

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