El Mundo viene hoy con una buena noticia: "Modificación clave: el español será vehicular en toda España". ¡Anda! ¿Ahora todos los niños van a aprender en español en España? Qué cosas tan extraordinarias ocurren en este país. Curiosamente, El Mundo, que defiende a capa y espada que el Rey no abdique, que no y que no, es el único periódico que dedica su foto de portada al príncipe en lugar de al Rey entrando en el hospital. Y abre su información sobre la operación con la declaración del príncipe –"Ha ido como la seda"- y no con la rueda de prensa del doctor. Los caminos de Pedro J. son inescrutables.
Federico Jiménez Losantos escribe sobre las últimas ocurrencias sobre Cataluña. "Rubalcaba y Valenciano han dado un paso más en esa línea de suicidio creativo del PSOE y el PSC. Y lo que han decidido tras proclamar el derecho a decidir es, tatachán, seguir la "tercera vía" de Duran Lleida, el tonso líder de Unión Democrática de Catalunya". Encima cuenta Federico que esta vía ni siquiera es nueva, sino que ya está usada, "otra antigualla retórica de los 70, supuesta síntesis de socialismo y capitalismo que gustaba mucho a regímenes nazis". Pues que ni terceras vías ni Cristo que lo fundó, dice Federico dando un puñetazo en la mesa. "Aquí hay una vía que es la Constitución española; un tren que se ha salido de la vía, que es el separatismo de Convergencia, Unió, ERC y el fasciopegamento informativo de la carcundia y la progrez antiespañolas; y hay una vía muerta: la de quienes quieren beneficiarse del descarrilamiento como si no fueran en el tren. Este PSOE ya es como el PSC: la nada sin sifón. Y Rubalcaba quiere ser Carmen Chacón pero sin cruzar el charco. Este tío no se moja ni en el Diluvio universal".
Pedro J. se estruja las meninges para entender la no imputación de Camps y Barberá en el caso Urdangarín. "El tribunal autonómico no discute que existan indicios de delito", y según lo que da por cierto "se hace muy difícil imaginar que tales hechos pudieran producirse sin el consentimiento y el impulso del entonces presidente de la Generalitat y de la alcaldesa". "Quizá no haya suficientes elementos como para sentarles en el banquillo, pero sí para indagar con esmero cuál fue su participación. Lo que parece subyacer en el auto es un celo excesivo en la protección de los políticos (…) En España, ciertamente, sigue siendo excepcional la imputación de los poderosos". Pareces nuevo, Pedro J.
El País dice que "Mas maniobra para contentar a Unió y al PSC sin ceder en la consulta". Pues mira, ahí va a estar un rato ocupado. El País explica con meridiana claridad cómo se lo va a montar. Mas va a decir ahora que "lo importante es que los catalanes pueden decidir mediante una consulta su futuro político y que la independencia no tiene por qué ser la única posibilidad", que la que ha armado en este último año era para vacilar un poco. Que lo que pretende es "centrar el debate en si hay o no posibilidad de organizar una consulta legal", y vuelta la burra al trigo, plasta, que ya te han dicho que no. Pero Mas está ahí, dándole al cacumen y se le ha ocurrido que "la consulta no tiene por qué ceñirse a la independencia sí o no. Habría más preguntas" porque, explica Miquel Noguer en el periódico de Prisa, lo importante "es que se pueda votar". Hombre, pues haber empezado por ahí, caramba, si es por votar cualquier cosilla ya se nos ocurrirá algo.
La Gaceta abre con "la discreta guerra de Israel contra el terrorismo islamista". En el editorial ponen a caldo a la izquierda por la perra que han cogido con que el Rey vaya a la Paz para montarle el numerito que le hicieron a Cifuentes. "La izquierda debería dejar de repetir los gastados tópicos que ya no convencen a nadie, y de hacer sistemáticamente lo contrario de lo que dicen (…) La izquierda entiende con dificultad las libertades, aunque, cuando no mira nadie, ellos escojan también lo que más les conviene, en educación, en sanidad, y en lo que haga falta".
ABC dice que "el Rey volverá al quirófano en unas ocho semanas". En el editorial, se pone hecho una fiera con los que osan opinar sobre la Corona. "La recepción ayer a 16 embajadores, horas antes de ser intervenido de nuevo en su cadera izquierda, es la mejor prueba del excelente ánimo de Rey". O de que es igual de cabezota que todos los padres cuando se hacen viejitos y no lo quieren reconocer. Dice Rubido con un inmenso cabreo que "hacer coexistir la operación y convalecencia de Don Juan Carlos con el debate sobre una normativa que regule el papel del heredero tiene la clara connotación de que se está presionado al Rey para que renuncie". Bingo. "O incluso abriendo el camino a una posible inhabilitación", venga, Rubido, no te flipes, no hay narices. "Ahora la Corona no necesita leyes ni normativas, sino respeto y lealtad". Y que quede claro que esto no lo dicen "monárquicos trasnochados". Así que a callar todo el mundo, a ver qué va a pasar a aquí. Melchor Miralles tiene el valor de alzar su vocecita para mostrar su desacuerdo. "No soy partidario en absoluto de la abdicación", dice para prevenir el chaparrón. "Pero ausencias largas, con quirófanos y anestesias de por medio, justificarían razonablemente, en una situación de normalidad, decisiones que eviten problemas que pueden darse". Y encima se le ocurre comparar al Rey con Reagan y Bush. La que le va a caer.
La Razón es más optimista que el médico. "El Rey podrá dejar las muletas en tres meses y medio". Eso me suena ¿no lo dijeron también la última vez? Y retomar la actividad "en pocos días". Ya veo a Rubido y Marhuenda cogiendo al Rey a la sillita la reina y sentándole en el trono de Zarzuela a la fuerza. Pobre hombre. Dice la experta Anna Ey Batlle que la del Rey es "una operación cada vez más habitual". No fastidies. Y yo que pensaba que la cadera solo te la operaban cuando te la rompías. Voy preguntar a mi médico si me puede poner una prótesis de cadera, que me estoy quedando desfasada.