La Delegación del Gobierno en Andalucía ha informado de la identificación de 34 personas en la reciente actuación llevada a cabo por parte del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en un hipermercado Carrefour de Sevilla, donde se llevaron varios carros con material escolar como acto simbólico contra la pobreza, una acción que la titular de esta institución, Carmen Crespo, ha definido como "ilegal", "demagógica" y que "daña la imagen de Andalucía".
En rueda de prensa, Crespo ha aclarado que las fuerzas y cuerpos de seguridad no cuentan con especial "ahínco" hacia ninguna persona o colectivo en concreto, siendo sin embargo el principal objetivo el de hacer cumplir la "legalidad", que "es lo que quieren los andaluces, que se respeten el Estado de Derecho y las leyes".
En cuanto a las últimas diligencias policiales, se ha identificado a 30 personas en el interior del centro comercial y a cuatro en el exterior, que estarían en todos los casos vinculadas al sindicato. Asimismo, Carrefour ha procedido a valorar los perjuicios económicos causados como consecuencia de esta iniciativa, un aspecto clave en tanto que permitirá dilucidar si la acción del SAT constituye una falta o un delito.
Recordando que, en cualquier caso, las posibles detenciones que puedan darse corresponderían a un mandato judicial, la delegada del Gobierno en Andalucía ha subrayado que, a su juicio, dicha actuación no va en beneficio de familias en situación de exclusión social y sí del "protagonismo" del SAT. "No debería ser así, hay muchas instituciones y ONG que se encargan de estas personas", ha indicado.
En lo tocante al daño a la imagen de la comunidad autónoma andaluza, Crespo ha calificado este aspecto de "obvio" sobre una tierra "que vive en gran parte del turismo, que es segura y donde la gente se dedica a trabajar". Por todo ello, las fuerzas de seguridad han actuado de oficio y abierto diligencias, procediendo a la identificación de esta treintena de personas.
El enfrentamiento con el vigilante
Así, según relataron a Europa Press fuentes del Ministerio del Interior, el vigilante de seguridad explicó a la Policía que intentó impedir que los sindicalistas se llevaran lo sustraído cuando éstos abandonaban el centro comercial. En ese momento, una persona que identificó como el secretario general del SAT, Diego Cañamero, se dirigió a él y le dijo: "Estate quieto, chaval, que te vas a buscar un problema".
Cañamero, de su lado, negó a Europa Press haber proferido amenaza alguna contra la figura del vigilante, recalcando que, antes bien, su trato para con este trabajador fue llevado a cabo "con toda la amabilidad del mundo", ya que "le tranquilicé y en todo momento le dije que no se preocupara, porque lo que se estaba llevando a cabo era un acto simbólico del SAT".