El ex secretario general del Partido Popular Francisco Álvarez-Cascos aseguró desconocer la existencia de donaciones por parte de empresarios y dijo no tener "la mínima duda ni la más ligera sombra de sospecha" en relación con la actuación del entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, y el gerente, Luis Bárcenas. "Yo por los compañeros de la etapa de secretario general pongo la mano en el fuego", aseguró.
En la declaración que realizó ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el pasado 13 de agosto, a la que ha tenido acceso Europa Press, Álvarez Cascos dice que "nunca" recibió ni autorizó ningún pago "en efectivo" que no formara parte de la "contabilidad ordinaria" del partido y tampoco se reunió con ninguna persona que quisiera hacerle entregas de dinero.
"Yo no he recibido dinero en efectivo ni he trasladado dinero en efectivo a ningún departamento del partido. Yo no recuerdo haber recibido nunca pagos en dinero en efectivo porque los pagos que tengo acreditados por mi responsabilidad lo eran mediante transferencia o mediante cheques bancarios", asegura.
Más allá de ese "procedimiento ordinario" para efectuar pagos, el actual líder de Foro Asturias aseguró ante el juez que en alguna ocasión se pudo realizar algún abono en efectivo. "No sé si alguna vez, excepcionalmente, por alguna razón administrativa o burocrática, esto se podía haber quebrado, no pondré la mano en el fuego por eso", señala.
Del mismo modo, manifiesta su "plena confianza" en los criterios seguidos por Lapuerta "durante los años" en los que estuvo al frente de la Tesorería del PP, al tiempo que asegura que con él y Bárcenas mantenía "una relación político-profesional y de amistad" que no mantiene "a día de hoy". "Yo no tengo la menor duda de que cumplía con rigor y seriedad sus obligaciones", afirma en relación con el extesorero.
En otro momento de la declaración el letrado de Izquierda Unida (IU), Enrique Santiago, pregunta a Álvarez Cascos si no seguía ningún método para controlar o fiscalizar lo que hacían el tesorero y el gerente.
"El PP es un partido normal, a diferencia de la KGB de los partidos comunistas, de la Gestapo de los partidos nazis o del Método 3 de los partidos socialistas. No teníamos sistemas de espionaje interno nunca y, por lo tanto, ningún departamento estaba espiando al de al lado ni fiscalizando al de al lado. Eso es el funcionamiento normal en un Estado de Derecho de un partido legal", asegura.
El tono empleado por Cascos durante el interrogatorio del representante de IU llevó al juez Ruz a apercibir al compareciente, que lamentó no poder satisfacer la "curiosidad" del letrado por las adjudicaciones a empresas constructoras que realizó durante su etapa como ministro de Fomento. "Vamos todos a comportarnos", le pidió el magistrado.
En su declaración Cascos reconoce la percepción de retribuciones por el desempeño de su cargo como secretario general del partido entre 1989 y 1990. Indica al juez que sólo recibió ese dinero a través de "la vía ordinaria establecida por el régimen de retribuciones del Partido Popular".
También reconoce a lo largo de su testimonio que su salario durante esos años comprendía suplementos en función de la dedicación al cargo y la necesidad de disponer de vivienda en Madrid que quedaban consolidados en el salario. "Se actualizaban cada año y se declaraban a Hacienda", concretó.
El que fuera ministro de Fomento popular sólo admitió la percepción de un pago de 500.000 pesetas en el año 1990, durante su etapa como tesorero de la formación tras la salida de Rosendo Naseiro. "Yo reconozco haber recibido esto y haberlo declarado a Hacienda. Es lo que puedo decirle", dijo.
En cuanto a la percepción de donaciones en efectivo mientras ocupó el cargo de secretario general, Cascos niega que se le informara o tuviera conocimiento de que se efectuaban y atribuye la responsabilidad de su control al tesorero. "No, no se informaba al secretario general y la información que teníamos los órganos del partido era la que se remitía anualmente al Tribunal de Cuentas si alguien quería tener algún detalle específico", concretó.
También desmintió que recibiera a empresarios o mantuviera reuniones con ellos para la recepción de cantidades económicas. "A mí empresarios no me visitaban, me visitaban afiliados, me visitaban simpatizantes, pero empresarios, como tales empresarios, no formaban parte del cuadro de visitas del secretario general", señala.
A preguntas de IU sobre si mantuvo reuniones con altos directivos de empresas durante su etapa como ministro de Fomento, Cascos explica que aquellas que celebró fueron siempre en el desempeño de su cargo, a lo que agregó: "Mire usted, a veces, en alguna inauguración coincidíamos en el asiento del autobús".
El actual líder de Foro Asturias también considera en su declaración "radicalmente falso" que sea compañero de estudios del presidente de Constructora Hispánica, Alfonso García Pozuelo, tal y como le planteó el letrado de ADADE. "Esa es otra de las insidias que están distribuyendo en las ruedas de prensa que dan por España. Soy de la promoción de 1972, año del plan 64, y cuando usted se informe de qué promoción y de qué plan es el señor García Pozuelo se darán cuenta de adónde pretenden llegar con esa insidia", dice Cascos.