El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Margallo, ha comparecido en Bruselas tras asistir a la cumbre de ministros de Exteriores de la Unión. En la rueda de prensa posterior se ha referido extensamente al conflicto abierto en Gibraltar.
Su primera reflexión ha sido que España "quiere mantener unas buenas relaciones con el Reino Unido" y que la vía para "resolver el conflicto es el diálogo y la negociación" entre países que tienen una profunda relación. Tras recordar que su primera carta al Foreign Office británico, en enero, fue para pedir que el tema de Gibraltar se tratara en foros bipartito y cuatripartito, ha dicho que la oferta fue "aceptada al pie de la letra", dando por zanjado el foro tripartito que en su día instauró el Gobierno Zapatero.
En cuanto a la situación actual, Margallo ha dicho que su Ejecutivo "no va a renunciar a adoptar las medidas que considere necesarias para evitar daños a la economía nacional", derivados del "contrabando" y "las ventajas fiscales" en el Peñón que "colocan en peor posición a las empresas españolas". También ha citado "la protección al medio ambiente", en alusión a las aguas de la bahía.
Tras señalar que las "cifras de contrabando han sido realmente importantes" en los últimos tiempos, ha dicho que el Gobierno "ha tenido que adoptar" medidas, en alusión a la intensificación de los controles. "La relación de confianza con las autoridades de Gibraltar se ha roto", ha subrayado antes de apuntar que cuando se recupere y cuenten con "la colaboración" del gobierno gibraltareño los controles en la verja podrían relajarse.
Cuando dicha confianza se recupere, ha añadido, "veremos lo que hacemos en política de contrabando, medio ambiente y fraude fiscal". "Así España no tendrá que hacer sobreesfuerzo en hacer respetar la legalidad", ha añadido en referencia a los controles.
La tasa en Gibraltar
El titular de Exteriores ha responsabilizado al Gobierno del Peñón de la crisis "porque han incumplido el acuerdo en materia de pesca que respetaron sus antecesores". El español ha asegurado que "nos echan unos bloques de hormigón que hacen inviable los diálogos sobre pesca", en referencia a lo arrojado sobre los caladeros de Algeciras. Esta polémica ha llegado a la Comisión Europea que, como ha recalcado el ministro, será tratado, aunque ya ha aventurado que sobre los bloques, Bruselas les dirá que "tendremos que negociar"
Margallo ha defendido además la polémica tasa que ya anunció en ABC. El titular de Exteriores ha recordado que el Peñón está fuera del espacio Schengen y que las "retenciones en la frontera no afecta a la circulación de bienes ni afecta al libre movimiento de personas y servicios", por ello, "lo que España plantea es que si hay colas, sería sensato evitar esta congestión" con dicha tasa.
El ministro ha dicho que se trataría de una "tasa de descongestión" que "ayudaría a evitar el contrabando que hay en la Unión Europea". No obstante, ha recalcado que están pidiendo informes complementarios para garantizar que sea compatible con la jurisdicción europea.
"Está muy estudiada, no es una improvisación", ha apuntado el ministro, que ha explicado que, una vez el Ejecutivo esté "seguro" de que la tasa es "conforme" a la jurisprudencia de la UE, estudiará "el criterio de oportunidad política". Si se aplica, ha dicho, no se haría a los trabajadores residentes a ambos lados de la Verja y redundaría en beneficio de los pescadores "amenazados" por los bloques de hormigón lanzados por las autoridades gibraltareñas en la Bahía de Algeciras.
La rueda de prensa se ha producido al finalizar un consejo extraordinario de los ministros de la Unión Europea para tratar el tema de Egipto. Allí Margallo ha coincidido con su homólogo británico, Willian Hague, con quien no ha cruzado palabra al empezar el acto. Tampoco al finalizar, ya que el ministro de Cameron ha optado por salir de la reunión antes de las conclusiones finales.