Según anunció el pasado 11 de agosto el ministro de Defensa, Pedro Morenés, España cederá la base de Qala i Naw al Ejército Nacional afgano (ANA) a finales del próximo septiembre. Esta cesión forma parte del repliegue en Afganistán ultimado por el Estado Mayor de la Defensa, que supone el mayor reto logístico para nuestras Fuerzas Armadas en nuestra historia reciente.
Si todo marcha como se espera, el ministro de Defensa acudirá el próximo mes al acto de entrega con las autoridades afganas, que supondría el fin de la presencia española en la región de Badghis después de ocho años. En una entrevista a Europa Press, el ministro de Defensa recalcó que "las cosas están yendo bien", pero que todavía no se debe bajar la guardia: "Esto es una operación a la que le queda un año largo todavía y cualquier error puede tener unas consecuencias no queridas". Por tanto, no hay que descuidar en ningún momento el principio de la seguridad, que es lo primero", añadió.
Con la cesión de la capital de la región de Badghis, Qala i Naw, se concluirá el grueso del repliegue español, ASPFOR XXXIII, acelerando éste según lo previsto para así dejar únicamente en el país entre 200 y 300 militares en Herat. El abandono de la base de apoyo avanzado de Herat, estaría establecido para septiembre de 2014, dentro del plan establecido por el Estado Mayor.
Las dimensiones de la operación de retirada no tiene precedentes para nuestras Fuerzas Armadas, entre el punto último de retirada, Herat, y la región prevista de embarque, Karachi hay 1500 kilómetros. Esto supone una distancia tres veces mayor a la realizada en la retirada de Irak. Además hay sumar la complicación que exige coordinar la retirada con los otros 40 países que conforman la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad). Todavía no se ha zanjado la vía final para realizar la retirada, pendiente ésta de la aprobación de Pakistán.
El ministro de Defensa ha insistido en reiteradas ocasiones en que el repliegue es la fase más peligrosa de una misión. Por ello, en marzo de este año se enviaron por primera vez tres helicópteros de ataque Tigre, que, según ha indicado Morenés, "han disuadido extraordinariamente cualquier tipo de ataque en un momento especial tránsito, que es cuando se produce peligro".
Según ha señalado, los Tigre han "evitado" los riesgos surgidos en la operación de salida desde Badghis a Herat, una ruta de 150 kilómetros que los convoys tardan entre doce y dieciséis horas en recorrer y que atraviesa el conflictivo puerto de Sabzak, situado a más de 2.000 metros de altitud.
El Líbano, "la misión no puede ser eterna"
En la misma entrevista con Europa Press, el ministro Pedro Morenés insiste en el papel de nuestro contingente desplegado en el Líbano es "ser fuerza de interposición entre Israel y Hezbolá, mientras las fuerzas armadas libanesas no sean capaces de hacerse cargo de su seguridad. No estamos allí para establecer la paz en Líbano ni para intervenir en Siria", ha explicado.
Morenés ha hecho hincapié en que "las misiones no pueden ser eternas". "Por ahora, ha explicado, la operación avanza "ordenadamente". Y en sus tareas tampoco ha influido, según ha dicho, la inclusión de Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea.
Según ha explicado, no se ha detectado ningún "cambio de actitud" ni "acción agresiva" contra los militares de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL), aunque sí ha habido "alguna interrupción" en sus patrullas, que no ha enmarcado en una mayor beligerancia hacia los cascos azules, "sobre todo" en lo que respecta a los españoles.
Sobre Siria, el ministro de Defensa considera que "Occidente no ha tirado la toalla", pero existe "un problema de origen": el "propio mecanismo" del Consejo de Seguridad de la ONU, donde la oposición de dos países a una intervención internacional en Siria hace que "todo el mundo que se siente espantado de lo que está pasando no pueda intervenir de alguna manera para evitar lo que está ocurriendo". Y "o la ONU se pone de acuerdo para intervenir allí o de ninguna manera la OTAN o la propia Unión Europea tendrán una intervención directa", ha recalcado.
Malí, "mejor de lo esperado"
En cuanto a la misión desarrollada en Malí, el ministro se encuentra muy satisfecho con la labor desarrollada en la zona. La misión principal llevada a cabo por nuestros militares ha sido la de formar a las tropas regulares del Ejército de Malí. Como ha recalcado Pedro Morenés, la misión no ha sido fácil, ya que se ha tenido que formar a soldados y sobre todo a oficiales en un tiempo record de seis meses.
También en la entrevista, el ministro recuerda que la misión en la región es a medio largo plazo porque "hay que formar a la gente, pero también permanecer durante un tiempo con ellos". No obstante, ha precisado que España permanecerá en la misión europea "mientras sea necesaria desde el punto de vista del adiestramiento".