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La visita de Moliner a Sevilla, clave de las precipitadas decisiones de Griñán

El presidente la Junta tuvo conocimiento de que su imputación en el caso de los ERE fraudulentos era "inevitable".

El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner, comió con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el jueves, día 23 de mayo, en el Palacio de San Telmo. A la comida fueron invitados el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, el consejero de Justicia, Emilio Llera y un vocal del CGPJ nombrado a propuesta del PSOE. En esa comida se concluyó que era inevitable la imputación formal de José Antonio Griñán en el caso de los ERE y a partir de ese momento, el PSOE andaluz puso en marcha un proceso de elecciones primarias que había negado hasta entonces y se comenzó a hablar de elecciones anticipadas.

Ese mismo día, el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Antonio Dorado, dirigía unas jornadas que se celebraban en la localidad sevillana de Tomares, de donde es alcalde el Secretario General del PP andaluz, José Luis Sanz, III Jornadas sobre Comunicación y Justicia que fueron inauguradas por el propio Gonzalo Moliner. Pero Dorado, propuesto para su vocalía por el PP, no fue invitado a la comida de San Telmo que quedó formada sólo por gentes de sensibilidad de izquierdas.

ABC dijo entonces: "Adivinen cuál fue el tema de conversación en esa cita." Pues Libertad Digital ha sabido que, en efecto, en aquella conversación se analizaron las posibles trayectorias del caso de los ERE, pero la conclusión fue que la imputación de Griñán era de libro, esto es, que no había forma de eludirla.

A partir de ese momento, comenzaron a precipitarse los acontecimientos. En un último intento, PSOE, IU, la Junta y el propio presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, incendiaron con sus críticas al unísono hacia la instrucción supuestamente ralentizada por la juez Alaya. Es conocido que incluso la Junta suplicaba por la imputación de su ex consejero José Antonio Viera, con el fin de que, al estar aforado por ser diputado nacional, el caso pasara directamente a la sala de lo Penal del Tribunal Supremo, donde aún cabía alguna esperanza de salvar a Griñán, como ha ocurrido en el caso de José Blanco.

Objetivo: quitar el caso a Alaya

Es más, el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, en unas declaraciones explosivas, lanzaba al aire la posibilidad incluso de expedientar a la juez Alaya por sus retrasos injustificados en la instrucción. La secuencia de los hechos por parte de las agencias de noticias, dejan clara la uniformidad y la simultaneidad de los ataques:

23/05/2012

Antes de la comida con Griñán

13:27 El presidente del CGPJ no se plantea expedientar a Alaya aunque no ve "aceptable" el retraso de los ERE

14:45 De Llera, consejero de Justicia de la Junta, no descarta que Alaya pueda ser sancionada si se sigue retrasando la instrucción del caso ERE y no acepta ayuda

Después de la comida

22:27 El CGPJ subraya que Moliner en ningún caso ha mostrado intención alguna de iniciar actuaciones disciplinarias contra Alaya


23:41 Moliner aboga por un periodismo "responsable" y un poder judicial "transparente"


24/05/2013


13:20 Valderas coincide con Moliner en la crítica al retraso en la instrucción del caso de los ERE, que hay que "acelerar"

15:27 La Audiencia deja en libertad bajo fianza de 600.000 euros a una exdirectiva de Vitalia imputada en los ERE


19:47 La APM muestra su "más enérgico rechazo" a las palabras de Moliner porque ponen "en tela de juicio" a Alaya


26/05/2013

12:45 Manos Limpias culpa a Moliner de "menoscabar el gran esfuerzo personal" de Alaya con palabras "inadmisibles"

Desde aquella comida y tras el encuentro de juristas sobre comunicación, se tuvo muy claro que la imputación de Griñán era un acontecimiento inevitable si la juez Alaya no imputaba a aforados y seguía con la instrucción en marcha. De hecho, tras aquella reunión de juristas donde Libertad Digital ha podido saber que dicha imputación fue el tema estrella en corrillos y apartes, el PP andaluz comenzó a centrar aún más sus críticas en José Antonio Griñán, al que ya hacían responsable político y, probablemente penal, del caso por no haber cercenado la vía de fraude como recomendó el ex Interventor General de la Junta, Manuel Gómez Martínez.

Certificación de la imputación

Poco antes del 26 de junio, fue cuando José Antonio Griñán llegó a la conclusión de que su imputación estaba en marcha a pesar de la opinión de su consejero de Llera que aún en el día 24 de junio consideraba una guerra perdida tratar de "incriminar" a Griñán en el caso de los ERE porque su relación con el caso fue nula. De Llera olvidó las modificaciones de crédito presupuestario aprobadas y firmadas por el propio Griñán que "cebaron" el fraude suscitado en torno a los ERE y las ayudas para empresas en crisis.

Días antes, José Antonio Griñán se refería a la posibilidad de unas elecciones primarias en Andalucía de este modo: "Hay unas elecciones autonómicas que son las primeras que se han de celebrar, y por tanto las primeras primarias deben ser esas. Entonces será el momento de plantearnos cuándo serán las primarias. Cuanto más cerca estemos de las generales será mucho más eficaz hacer las primarias",explicó Griñán en rueda de prensa en Madrid tras reunirse con el secretario general socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Esto es, Griñán seguía proponiendo el año 2015 como año de celebración de las elecciones primarias que, sin embargo, pocos días después, impulsó acelerada y nerviosamente para este mes de julio.

Pero el día del Debate sobre el Estado de Andalucía, Griñán anunció que no optaría de nuevo a la reelección como presidente de la Junta de Andalucía lo que implicaba unas elecciones primarias en el PSOE dado que tradicionalmente el candidato a la presidencia de la Junta ostentaba el cargo de secretario general del PSOE andaluz. Su cargo de Presidente del PSOE nacional agravaba aún más la declaración porque parecía conminar a su homónimo nacional, Alfredo Pérez Rubalcaba, a una retirada forzosa convocando primarias.

Cambio de velocidad: del paso ligero al vértigo

La respuesta de la juez Alaya a las presiones de unos y otros fue conocida el día 2 de julio. El mismo día que la juez Alaya hacía pública la imputación de la ex consejera de Hacienda, Magdalena Álvarez y el ex interventor General de la Junta, Manuel Gómez Mártinez, Griñán decía todavía que esperaba terminar la legislatura aunque se refería a que tenía que tener en cuenta todas las eventualidades posibles. Tal referencia parecía implicar un conocimiento de lo que se cocía en el juzgado Mercedes Alaya puesto que "la eventualidad" le cayó encima con todo el peso del juzgado de instrucción número 6. Además de esos dos pesos pesados, alrededor de 20 altos cargos, desde viceconsejeros a secretarios generales de las Consejerías, desde Directores Generales a Delegados provinciales de la Junta, eran imputados por la juez Alaya.

La imputación de Magdalena Álvarez era decisiva porque había sido antecesora de Griñán en la consejería de Economía y Hacienda, aprobó el procedimiento puesto en marcha de transferencias de gestión para el fondo de reptiles, que la juez considera ilegal y que Griñán no eliminó, y porque había efectuado las primeras modificaciones presupuestarias que cebaron este fondo según el Interventor.

La imputación del ex Interventor, al que la Junta había señalado con toda torpeza política como chivo expiatorio del caso por no haber controlado lo que no podía controlar precisamente por decisión de la Junta, era decisiva. Si el ex Interventor Gómez ya estaba ampliamente molesto e indignado por el comportamiento de los altos cargos y consejeros implicados en el caso, muy especialmente, Griñán, ser imputado al final de su carrera era un baldón que sólo tenía dos caminos. O las presiones y/o promesas le hacían aceptar el destino dispuesto por la camarilla de Griñán o desafiaba a la Junta y declaraba lo que ya había explicado ante la Comisión de Investigación y en sendas cartas dirigidas al Presidente del Parlamento andaluz y a la Cámara de Cuentas.

Naturalmente, esta comparecencia, que se celebra este jueves, era absolutamente determinante del futuro político y judicial de José Antonio Griñán. Cuando se ha convencido de que Gómez Martínez no va a ceder, Griñán no ha tenido más remedio que anunciar su marcha.

Desde la llegada de Gonzalo Moliner a Sevilla y su comida con Griñán y otros dos comensales afines en el Palacio de San Telmo con la imputación del todavía presidente en la baraja, hasta hoy, el proceso ha ido adquiriendo velocidad hasta acercarse al vértigo, resquebrajando la imagen de un Griñán acorralado y nervioso y dejando a su sucesora con graves problemas de imagen. Además de no ser conocida por una inmensa mayoría, se presenta como candidata aupada a la máxima poltrona del PSOE y de la Junta de Andalucía sin haber sido elegida en urna alguna.

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