Tras la decisión del Rey a renunciar al yate "Fortuna", que ya ha sido devuelto a los empresarios que se lo regalaron, la Casa Real ha fijado destino a los dos coches Ferrari que el Monarca recibió en 2011 de los Emiratos Árabes, de manera que uno pasará al Gobierno y otro irá al Museo de la Guardia Real.
El jefe del Estado no ha llegado a utilizar ninguno de los dos vehículos, que han permanecido en el garaje del Palacio de la Zarzuela, adscritos a Patrimonio Nacional, desde que los dos automóviles llegaron como obsequio del gobierno de Abu Dabi, y una vez que se pagaron los preceptivos impuestos de aduanas.
Fuentes de la Casa del Rey han confirmado hoy, tal y como publica la revista Tiempo, que aproximadamente un mes después de que el jefe del Estado comunicara su renuncia al yate "Fortuna", se acordó desprenderse también de los dos deportivos, que don Juan Carlos, insisten, no ha llegado a emplear.
En consecuencia, uno de ellos ha sido "desafectado", tal y como se hizo con el emblemático "Fortuna", entregándolo al Gobierno para que a su vez decida cuál es su destino definitivo, bien su adscripción a algún organismo, su venta, su subasta, o incluso su devolución a los Emiratos Árabes.
La salida para el otro Ferrari será el Museo de la Guardia Real, ubicado en El Pardo y donde se exhibe una colección de vehículos históricos, algunos de los cuales son utilizados en desfiles y grandes acontecimientos.
En un espacio de casi 1.400 metros cuadrados hay coches Cadillac y Mercedes Benz antiguos, así como varios Rolls Royce, la mayoría en uso y que se utilizan para caravanas en actos oficiales de la Familia Real y también para desplazar a jefes de Estado extranjeros cuando visitan España.
Los Ferrari de lujo regalados al Rey no formaban parte del parque móvil de la Casa del Rey, que hace unos meses pasó de 72 vehículos a 45, dentro de un plan de ahorro coherente con la política llevada a cabo en todas las Administraciones Públicas.