El teniente general Emilio Alonso Manglano, máximo responsable del CESID durante 14 años, ha fallecido este lunes en Madrid a los 87 años de edad, según han informado a Europa Press fuentes militares.
Nacido el 13 de abril de 1926 en Valencia, ingresó en la Academia General Militar el 24 de julio de 1944, siendo ascendido en los años posteriores hasta llegar a teniente coronel en 1976 y a teniente general en 1987, este último ascenso ya como máximo responsable de los servicios secretos españoles.
Fue designado para dirigir el CESID en mayo de 1981, meses después del intento de golpe fallido del 23-F en el que no participó. Permaneció en ese cargo hasta 1995, un año antes de que Felipe González perdiera las elecciones. En concreto, Manglano presentó su dimisión en junio de 1995 y fue sustituido por Félix Miranda Robredo.
Hasta la derrota socialista, continuó desempeñando funciones como asesor en el Ministerio de Defensa cuyo titular era Gustavo Suárez Pertierra. La gestión los últimos años de Manglano se vio empañada por diversos casos de corrupción, en especial por el escándalo de las escuchas que el CESID había realizado a diversas personalidades publica, incluido el Rey.
Absuelto por el TC y el TS
En marzo de 2004 el Tribunal Constitucional revocó las sentencias del Tribunal Supremo y la Audiencia Provincial de Madrid por las que se le condenaba a seis meses de cárcel y ocho años de inhabilitación por un delito continuado de escuchas telefónicas ilegales.
Tan sólo un mes después el Tribunal Supremo le absolvió también a él y al también ex director del CESID Javier Calderón de los delitos de interceptación ilegal de comunicaciones telefónicas en la sede de Herri Batasuna en Vitoria. Por estos hechos habían sido condenados a tres años de cárcel por la Audiencia de Álava.
Además también tuvo que visitar los tribunales tanto en condición de testigo como de imputado en otras causas como la denominada 'operación Mengele' (en la que se investigaba la presunta utilización de mendigos cono cobayas humanas), el secuestro de Segundo Marey y los asesinatos de Lasa y Zabala, el 'caso Oñaederra' relacionado con el asesinato de un miembro de ETA en Bayona o un atentado de los GAL que provocó cuatro muertos en 1985 en Hendaya.