La fiscal del caso Bretón, María de los Ángeles Rojas, durante la presentación de su informe final en la última sesión de la vista oral del juicio a José Bretón en la Audiencia Provincial de Córdoba, al que se acusa del asesinato de sus hijos, Ruth –seis- y José -dos años-, ha afirmado que "hay pruebas como puños" de que Bretón mató "de la forma más cruel posible" a los niños y luego quemó sus cuerpos.
Según informa Europa Press, Rojas, quien ha recordado a los nueve miembros del jurado -siete mujeres y dos hombres- que "deben motivar sus resoluciones", para que así muestren su "total convencimiento" respecto al fallo que adopten, les ha avisado también de que no deben fundamentar su resolución en los "debates paralelos" sobre el caso habidos en los medios de comunicación.
Tras ello, la fiscal ha asegurado que "ha quedado acreditado, sin ningún género de dudas, que el acusado -el 8 de octubre de 2011- mató a sus hijos en la finca de sus padres y luego quemó sus cuerpos, para eludir así su responsabilidad" y, de todo ello, según ha subrayado "hay pruebas como puños", razón por la que pide que se condene a Bretón a una pena de 40 años de prisión, por la presunta comisión de dos delitos de asesinato con alevosía y agravante de parentesco, y otro de denuncia falsa.
"Su actitud, principal prueba de culpabilidad"
La abogada que ejerce la acusación particular, María del Reposo Carrero, ha cerrado su intervención en el juicio asegurando que la actitud del acusado "es la principal prueba de su culpabilidad". En su informe final, Reposo Carrero, que representa a la madre de los menores, Ruth Ortiz, ha recordado al tribunal jurado, que conforman siete mujeres y dos hombres, que son ellos los que tendrán "la última palabra" y dirán si Bretón "es el autor criminal de un doble asesinato".
La abogada ha subrayado que durante tres semanas de juicio se han puesto de manifiesto "intensas pruebas" que demuestran la culpabilidad de Bretón, comenzando con la "propia declaración del acusado" quien, a su juicio, estuvo llena de "mentiras para justificar lo injustificable".
La letrada ha reconocido que "cuesta reconocer que un padre pueda asesinar a sus hijos" y que la familia materna esperaba un "atisbo de arrepentimiento" que nunca llegó. La acusación ha mantenido que la actitud del acusado desde el primer día demostraba que "algo raro ocurría" y "nadie se fiaba de su versión" que era "increíble e imposible de sostener". Ha incidido en que la principal prueba de cargo "son sus palabras" y "su actitud" que "lo delatan ante los propios investigadores" al "divagar y no contestar a las preguntas cruciales".
Asimismo, ha mantenido que nadie vio a los niños en el parque y que incluso "dos testigos aseguran que no vieron a Bretón en el lugar donde dice que los perdió", por lo que esa versión "no tiene ningún sentido". La letrada ha apuntado que Bretón "cambiaba de versión constantemente" y al "no aguantar la presión pidió ser detenido", si bien debido al error en la identificación de los huesos hallados en la hoguera de "Las Quemadillas" se prolongó un caso que tendría sentencia en firme si no se hubiese producido este error.
Quiere pensar que no los quemó "vivos"
La acusación ha afirmado que "no queda duda que los niños estaban en la hoguera" y quiere pensar que "usó los antidepresivos para adormecerles o acabar con su vida" en lugar de "echarlos en la hoguera vivos". Reposo Carrero ha subrayado que Bretón "iba anunciando lo que iba a pasar" en los días previos al sucesos y que al pasar por la hoguera comentó "los niños están cerca, detenedme ya", lo que da muestra clara de la "culpabilidad" del acusado.
La acusación particular se ha sumado a la petición del fiscal y ha solicitado para Bretón una pena de 40 años de prisión al considerarlo culpable del asesinato de sus dos hijos.