"Tenemos un problema muy grave con la izquierda de este país", en cuestión educativa. Y es que la izquierda española es "excluyente, sectaria y anómala". El PSOE "permite que el PP pueda gobernar, pero no que tome decisiones". Además, es "sectaria" porque imposibilita el debate serio. "Sólo ellos tienen el monopolio de los buenos sentimientos" . "Y es anómala porque sólo le pasa a la izquierda española". En el resto de Europa, la izquierda no es así: "Hace más de dos décadas que superó los dogmas de una corriente pedagógica que nos ha traído donde estamos".
Estas palabras las pronunció el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, encargado de presentar al ministro de Educación, José Ignacio Wert, en el campus FAES de este año.
Wert respiró tranquilo: esta vez los titulares no se los llevaría él, sino el dirigente popular madrileño. No obstante, el titular de Educación recogió el testigo del presentador de su conferencia e indició en la responsabilidad de los socialistas respecto a la situación educativa actual. Wert ha llegado a la conclusión, y así lo dejó claro durante su discurso, que el Partido Socialista se opone al proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), manteniendo una posición de "inmovilismo", por no reconocer su "responsabilidad" en los problemas que tiene actualmente el sistema educativo y que a su juicio, están anclados en las "reglas del juego" que impuso la LOGSE aprobada en 1990 por un Gobierno socialista.
La historia educativa la ha escrito el PSOE
En su opinión, "la posición del PSOE está basada en la voluntad, fundamentalmente, de evitar que una normativa nueva conforme a unos principios distintos pongan de manifiesto la responsabilidad que esas reglas del juego tenían en el funcionamiento del sistema".
"Quienes realmente son los responsables de la situación educativa en la que nos encontramos a nada pueden temerle más que a la puesta de manifiesto de que buena parte de los problemas se debían a las reglas del juego y de ahí, que siempre se busque cualquier tipo de excusa ajena a las reglas del juego para encubrir las dimensiones de ese fracaso o echarle la culpa a cualquier otra cosa", aseguró.
"En realidad, la historia educativa de este país la han escrito, desde el punto de vista normativo, sólo los gobiernos socialistas y, si se me apura, en torno y alrededor de la LOGSE, que establece una arquitectura del sistema educativo que perdura y se mantiene". Esto no es lo que se dice y de ahí las dos "falacias" que, a su juicio, son las más extendidas sobre educación: que cambiar las leyes "es malo 'per se'" y "la que sostiene que cada vez que cambia el Gobierno cambia la ley".
La Logse, "introduce una filosofía que prácticamente es la única imperante que ha habido en educación en democracia en España" y en la que, en su opinión, "radica la base fundamental de los grandes problemas que arrastra". "Esta es una falacia básicamente puesta en circulación por quienes temen al cambio", añadió.
En esta línea, y al igual que Lasquetty, comparó al socialismo español con el laborismo británico para destacar que el partido de Tony Blair sí reconoció "los defectos que había traído" su reforma educativa y "no le dolió nada" rectificarla. "Desgraciadamente no es esa la situación que tenemos en España y por tratar de ser justo, tampoco ha sido esa siempre la actitud de los socialistas", añadió el ministro, para remontarse a los principios "que primaban enormemente la cultura del esfuerzo" de la legislación educativa en tiempos de la República.
Wert, que no aceptó preguntas de la prensa, repasó los principales puntos de la reforma educativa y puso el acento en el futuro estatuto del docente, uno de los grandes retos que tiene su ministerio tras el verano.