El consenso era unánime en el PSOE, pero el que faltaba era Felipe González. El ex presidente del Gobierno se sumó hoy a la campaña socialista contra la juez que intruye la trama de los ERE fraudulentos, Mercedes Alaya, y se declaró "verdaderamente asombrado" por el hecho de que "pueda haber algo que se llama imputación sin señalar ni un sólo indicio de delito en algunos casos".
Dicho esto, dejó caer veladamente, eso sí, falta de seriedad por parte de la juez Alaya al abogar por "que se investigue con toda seriedad lo que ha pasado. Y cuando digo con toda seriedad añado: estoy asombrao de que se pueda utilizar la figura de la imputación sin señalar ningún indicio de delito". Añadió que, sin embargo, "yo no voy a hacer juicios de valor".
Preguntado por Libertad Digital en un desayuno informativo, el ex presidente puso la mano en el fuego por Magdalena Álvarez de quien dijo: "Es de las responsables políticas más honradas que he conocido nunca en el mundo". Sobre el todavía presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, se limitó a constatar que "hasta ahora no hay nada contra él".