Rubalcaba había remitido a la rueda de prensa de este viernes con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, para responder, tras varios días de silencio, sobre la imputación de Magdalena Álvarez.
La estrategia de Rubalcaba pasó por pedir a la prensa que dividieran sus preguntas entre las de temas "domésticos", para el final, y las destinadas a su interlocutor. Tras su petición, se hizo el silencio en Ferraz. Durante catorce segundos no se levantó ninguna mano. Schulz, con humor, rebajó la tensión bromeando: "Si no tienen preguntas, yo encantado. Aparentemente están satisfechos, espero que luego lo pongan por escrito".