La operación que ha supuesto la desmantelamiento de dos redes de prostitución chinas rivales que actuaban en el sur de Madrid se ha saldado con medio centenar de detenidos en España y Francia y con la liberación de 25 mujeres, que recibían un trato "inhumano" hacinadas en habitaciones sin ventanas.
Según ha informado este lunes el director de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, y se hace eco Efe, estas mujeres, entre las cuales hay tres menores de edad, eran traídas previo pago de 14.000 euros bajo la promesa de que iban a trabajar en peluquerías con un sueldo de 4.000 euros mensuales.
Sin embargo, una vez en Madrid vivían encerradas en habitaciones de unos 6 metros cuadrados en los que no había ventanas o éstas estaban clausuradas y eran obligadas a ejercer la prostitución 24 horas al día.