La posición oficial es y sigue siendo la de no romper con el PSC. Es la expresada esta mañana por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, en rueda de prensa en Ferraz 70. "No va a haber ruptura ni desembarco del PSOE en Cataluña" dijo el actual líder del PSOE que pretende verse con el primer secretario del PSC, Pere Navarro, en las próximas semanas pero que todavía no tiene una fecha concreta. Esto ocurre a diferencia de las citas ya previstas que mantendrá en los próximos días con los secretarios generales de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias, Castilla y Léon, Murcia, Cantabria y Navarra para la redacción del documento definitivo que se aprobará en el Comité Territorial del PSOE en Granada el próximo 6 de julio.
Pero los postulados defendidos por Pere Navarro en los últimos meses, primero por el derecho a decidir y ahora por la supresión del concierto económico vasco y navarro, le han convertido en la principal piedra en el zapato, no ya de Rubalcaba sino de todo el PSOE, donde el creciente malestar con el primer secretario del llamado partido hermano arrastra una ola, también creciente, de voces que abogan por la ruptura.
Este mismo lunes, la comida organizada por Rubalcaba con todos los barones presentes en la Ejecutiva del PSOE, daba buena cuenta de ello. Primero, en el plano de las formas, por convocar un encuentro para hablar de la reforma de la Constitución con la ausencia destacada del barón que está marcando la agenda de dicha reforma. Segundo, en el plano discursivo, donde las diferencias entre el oficialismo y la realidad han quedado más patentes que nunca.
"No vamos a hablar sin que esté él presente", prometió Rubalcaba dejando claro que había un 'todos' y un aislado Pere Navarro. Al término del encuentro de dos horas y media, fuentes de la dirección federal relataban que "la comida ha sido muy positiva y ha servido para seguir avanzando en el documento territorial" y que la "reunión ha sido una más aunque con el valor de que estaban presentes todos los secretarios generales que están presentes en la Ejecutiva y que representan a seis federaciones de mucha importancia".
Si bien la versión del entorno de Rubalcaba aseguraban que no se hablaría de Navarro, ni de ruptura ni de cupo vasco, las fuentes consultadas por Libertad Digital explican un escenario opuesto en el que no sólo se ha hablado sino que se ha fijado una posición mayoritaria de los barones sobre el PSC. En contra de la ruptura, sí, pero hasta cierto punto. "Que haya ruptura con el PSC depende más del PSC que del PSOE", explican dichas fuentes en relación a que el enfado mayúsculo con Pere Navarro está alcanzando unas cotas máximas que sólo puede acabar con la rectificación de éste.
Según las mismas fuentes, hay consenso en la reforma constitucional hacia una dirección federal. Igualmente lo hay en relación al cupo vasco. "Nadie va a cuestionar el concierto vasco, pero establecer los mismos términos para la revisión del cupo que para la financiación autonómica, es razonable". Y, en último término, la descentralización de la Justicia, donde hay un aparente posición mayoritaria que esta mañana asumió Rubalcaba como propia. Posiciones intermedias que, como con la propuesta del federalismo, la dirección federal pretende acercar posturas con la formación que lidera un político a quien, según Eduardo Madina, "se le ha ido la cabeza". Y no es el único que lo piensa.