La vicepresidenta de la Comisión Europea y Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad Común, Catherine Asthon, ha eludido este jueves pronunciarse sobre la posible celebración de un referéndum independentista en Cataluña: "Dios mío, qué pregunta. De los catalanes no voy a hablar".
Así ha respondido Ashton cuando, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, se le ha preguntado acerca de cómo se explica que británicos y escoceses puedan decidir sobre su independencia y no puedan hacerlo los catalanes.
"Ay, Dios mío, qué pregunta", ha dicho entre risas la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, para después zanjar la cuestión: "De los catalanes no voy a hablar". Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, que le ha presentado y que se encontraba sentado a su lado, sonreía.
El ministro, en cambio, sí ha querido referirse al asunto para insistir en que una independencia unilateral por parte de Cataluña tendría "obstáculos" que serían "absolutamente definitivos" contra su entrada en la Unión Europea. "El adiós a España sería el adiós a Europa", ha avisado el ministro.
García-Margallo ha recordado que "cada país tiene un ordenamiento constitucional interno" y si bien la decisión que ha tomado Cameron de permitir un reférendum en Escocia sobre su futuro en Reino Unido es "correcta" desde su "punto de vista interno", éste "no es el caso de la Constitución Española", que deja claro que la soberanía reside "en el pueblo español en su conjunto, no en una parte" y garantiza "la indivisibilidad de España".