La punta de la crecida del Ebro llegará este mediodía a Zaragoza con un caudal de unos 1.500 metros cúbicos por segundo, inferior al inicialmente previsto, cifrado en 1.800, y no generará problemas desde el punto de vista de la protección civil, ha informado a Efe el Gobierno de Aragón.
No obstante, el río, que alcanza 1.397 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,10 metros a su paso por la capital aragonesa, ha arrancado esta noche el pontón del embarcadero de la Expo y lo ha arrastrado hasta el azud, y no podrá ser reparado hasta que baje el nivel del río, han explicado a Efe los bomberos.
La crecida del Ebro ha pasado ya por poblaciones como Novillas, donde ha inundado las granjas próximas al río; Boquiñeni, donde la mota reparada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha resistido bien y se han anegado varios campos de cultivo al igual que en la localidad de Gallur.
En Alagón, el Ebro ha anegado entre 500 y 600 hectáreas de regadío en campos de maíz, trigo y alfalfa, ha dicho a Efe el alcalde, José María Becerril, quien ha añadido que se da por perdida esta segunda cosecha después de que la crecida del mes de enero acabara con la de invierno, en un año que ha calificado de "desastroso".
Según el Gobierno de Aragón, esta crecida del Ebro, que tiene la peculiaridad de producirse en junio cuando otros años el río baja con muy poco caudal, no ha originado "nada fuera de lo previsto" en los casos de aumento del caudal. Una vez que la punta llegue este mediodía a Zaragoza, se espera que alcance la Ribera Baja la próxima madrugada con especial atención en la población de Pina de Ebro, dado que existen dos motas de defensa de la zona agraria que presentan grietas y en las que no ha habido tiempo de intervenir hasta el momento por parte de la CHE, según fuentes del Ejecutivo aragonés. En cualquier caso, el casco urbano no corre peligro, aunque sí habrá inundaciones de los campos.
Una vez que pase la punta de la crecida por Aragón la vista se pondrá en el deshielo, si bien los técnicos de la CHE prevén que, si no se producen lluvias torrenciales y el tiempo es el habitual en esta época, las aguas procedentes de las montañas laminen en los embalses de cabecera, aunque la imagen del Ebro no será la habitual en esta época del año porque llevará más agua.