La oposición en bloque rechaza de plano la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Todos los grupos ya han anunciado que presentarán una enmienda a la totalidad de la norma. Ni siquiera la nueva ronda de contactos que el ministro José Ignacio Wert ha abierto para acercar posturas, y que está manteniendo estos días con las formaciones políticas, hace atisbar una posibilidad de acercamiento.
Sin embargo, todos ellos coinciden en calificar de insoportable las tasas de fracaso y abandono escolar temprano que obtiene nuestro país. ¿Cuál es entonces la alternativa a la LOMCE que proponen los principales partidos políticos? O en otras palabras, ¿cuál sería la reforma educativa que plantearían?
Tanto PSOE como IU y UPyD coinciden en algunos aspectos, como rechazar que la asignatura de Religión sea evaluable; en cambio, apuestan por Educación para la Ciudadanía. También rechazan de plano subvencionar a los centros que segreguen por sexos. Asimismo, están de acuerdo en potenciar la Formación Profesional y, fundamentalmente, concuerdan en pedir al Ejecutivo que no meta la tijera en Educación; que priorice el gasto en esta materia frente a otros. "Que la Educación no sea una partida para luchar contra la crisis", instaba el diputado magenta, Carlos Martínez Gorriarán, el jueves tras su reunión con Wert.
El portavoz socialista, Mario Bedera, aseguró al ministro en la Comisión de Educación celebrada en la Cámara Baja el pasado 22 de mayo que "si hubieran planteado una reforma que de verdad apostara por mejorar nuestro sistema educativo, como propuso en la anterior legislatura el ministro Ángel Gabilondo", el PSOE habría apoyado al Gobierno. En aquel momento se criticó que las medidas acordadas suponían sólo pequeños cambios que no atajaban los problemas de fondo que arrastraba nuestro sistema educativo.
Para los socialistas es una "locura" que se suprima la Selectividad. No están de acuerdo con esto, como tampoco lo están con las evaluaciones nacionales y externas al final de cada etapa educativa: una en 4º de la ESO y otra al finalizar el Bachillerato. En su lugar, proponían – en el documento que recogía los principales objetivos del 'Pacto social y político por la Educación' – continuar con las evaluaciones orientativas, que realizan los propios centros, así como con la evaluación censal de apoyo. Esto permitiría a "los centros" establecer "las medidas de apoyo necesarias" a aquellos alumnos que lo necesitasen.
Los socialistas consideran importante "incrementar los programas de apoyo y refuerzo educativo", así como establecer "programas integrales de atención dirigidos al alumnado con necesidades específicas". Además, en los cambios ideados por Gabilondo, proponían implantar un nuevo "programa de profundización de conocimientos" para los alumnos "con mayor capacidad y motivación para aprender".
Y por su puesto, no disminuir las becas y ayudas al estudio. En esto coinciden de lleno con IU, que considera que hay dinero de sobra para invertir en Educación. Por su puesto, el partido liderado por Cayo Lara rechaza de plano las reválidas. Acarrearán "mas frustración y abandono escolar", opinó su portavoz de Educación Caridad García. También coinciden con el PSOE en realizar pruebas de diagnóstico con el objeto de comprobar el grado de adquisición por el alumnado de competencias básicas. Y en general, todo lo que suponga un refuerzo de la escuela pública frente a la concertada o privada.
UPyD: "Oportunidad perdida para la Educación"
Por otro lado está UPyD, que si bien comparte algunas posiciones con el PSOE o IU también lo hace con la LOMCE. Sin embargo, para el partido magenta, la reforma educativa que plantea el Gobierno del PP se queda corta en muchos aspectos. Y es que las desigualdades que existen en esta materia entre las diecisiete comunidades autónomas hacen imprescindible que el Estado recupere las competencias. No obstante, y a pesar de que presentarán una enmienda a la totalidad, introducirán algunas parciales en la segunda parte de la tramitación parlamentaria para tratar de mejorar la norma.
En declaraciones a Libertad Digital, el portavoz de Educación del partido liderado por Rosa Díez se lamenta de la poca importancia que concede esta ley a la Primaria y los pocos cambios que en ella se han hecho. Y es la "piedra angular" de la Educación. Carlos Martínez Gorriarán reforzaría en esta etapa las materias básicas: escritura, lectura y matemáticas. Cree que es primordial una detención precoz de los problemas – por eso no ve mal las pruebas externas que se realizarán en tercer curso, aunque cree que deberían servir más para evaluar al centro y no tanto a los alumnos – y considera importante que se aplique un refuerzo personalizado, e incluso grupos homogéneos donde los estudiantes con más problemas recibieran apoyo y los más brillantes pudieran avanzar.
Desde UPyD apuestan, asimismo, por implantar en Secundaria "programas de mejora" para alumnos con problemas. Y que en 3º de la ESO los alumnos que quieran puedan pasar a FP o acogerse a este programa de mejora del aprendizaje. Es necesario que existan pasarelas y que ninguna opción elegida sea irreversible, a la vez que el título de la FP básica tenga el mismo valor que el de la ESO.
La formación magenta es contraria a que el Bachillerato se haya quedado finalmente en dos años, a pesar de que el PP había prometido volver a aumentarlo. "Creemos que es importante que sea de tres años", señala Gorriarán.
"Hay que cambiar el modelo pedagógico", sentencia el diputado, aunque reconoce que "no es fácil hacerlo por ley". Pero sí tiene claro que la "filosofía de fondo (de la LOMCE) es continuista con la Logse". El sistema "es muy rígido y burocrático" y "obliga a los alumnos a adaptarse a él" cuando tendría que "ser al revés". Así se fomentaría la "excelencia", indica.
Por último, Gorriarán critica que la reforma educativa haya dejado a un lado al profesorado y se posponga este asunto para el prometido estatuto del docente. "Renuncia a tocar el sistema de promoción". Desde UPyD creen que la formación de los maestros debería ser "más exigente" y "más práctica". "Proponemos una formación tipo MIR", señala Martínez Gorriarán, a la vez que apuestan por permitir de veras la movilidad de los docentes. Proponen, al mismo tiempo, que "los directores sean elegidos por el claustro". Y por su puesto, una mayor autonomía para los centros.
La solución a la inmersión
Sobre el asunto lingüístico, ninguna de estas formaciones está satisfecha con la fórmula que recoge la ley. PSOE e IU apuestan por no tratar este asunto en la LOMCE. Supone crear un problema donde no lo hay. El partido de Cayo Lara va más allá y en sus declaraciones públicas ha sido tajante en apoyar los argumentos de los partidos nacionalistas. Mientras que UPyD la califica de "absoluta rendición" y "claudicación" lo plasmado en el texto. Carlos Martínez Gorriarán aseguró el jueves que Wert le ha dado "la razón" a su partido pero "dice que no se puede hacer otra cosa".
La formación magenta cree que es necesaria una "ley de libertad lingüística" para que cualquier ciudadano del país pueda elegir en qué lengua quiere dirigirse en las distintas administraciones públicas. Y por supuesto en la escuela. "Es un derecho" fundamental del niño, apunta.