El secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, ha revolucionado la red social Twitter al hacer varias acusaciones sobre la política antiterrorista de los Gobiernos de José María Aznar y señalar a un exministro como autor de varios chivatazos a tres grupos de ETA para que no fuesen detenidos.
Las palabras del líder sindical llegaron coincidiendo con la entrevista que una canal de televisión hizo en la noche de ayer a Rafael Vera, exsecretario de Estado de Seguridad con gobiernos de Felipe González, quien pasó por prisión por su relación con los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y por haberse apropiado dinero de los fondos reservados.
En un primer momento criticó duramente a Vera. "Apoyó la guerra sucia. Fue muy tolerante con la tortura. Se quedó con dinero de fondos reservados, como tantos otros. De lo que yo sé, todo lo que ha dicho hasta ahora Vera es cierto. Que le pregunten si González y el Rey conocían la guerra sucia del GAL", dijo.
Después pasó a hablar de los Gobiernos de Aznar justificándose en que "si ya ETA no está igual podemos contar cosas que se han hecho para combatirla. Cosas buenas y malas, y de paso dejar en evidencia a traidores que han chapoteado en la sangre de las víctimas y han utilizado el terrorismo", argumentó.
"Quizás se pueda explicar por qué se vendió explosivo a ETA en dos ocasiones desde la Policía con Gobiernos de Aznar. Y qué cargo político ocupaba Mariano Rajoy entonces", dijo. En aquel momento, el actual presidente del Ejecutivo era ministro del Interior.
"Y también quienes avisaron en marzo del pasado año a tres comandos de ETA en Francia para que escaparan del control", continuaba. "Federico Trilló. Han dado el nombre. El del yak42. El que ha actuado ahora contra los imputados del Faisán. Conciencia manchada de sangre", añadía.
Posteriormente, rectificaba sus intenciones y hablaba de la intención real del Gobierno Aznar al vender armas a ETA. "No es que el Gobierno de Aznar vendiera armas a ETA porque sí... Eso es un disparate. Las vendía porque eran armas balizadas -con GPS-, que permitían seguir el rastro de la banda y llegar al almacén. Ese era el objetivo. Esto lo hemos explicado más de una vez, pero eso no entiendo el revuelo de ahora".
Es más, Fornet olvida explicar que grandes operaciones antiterrorista como la llevaba a cabo en 1986 contra la cooperativa Sokoa, el primer gran golpe que se dio contra la estructura de la banda terrorista, fue gracias al GPS que se había introducido en un misil que había sido preparado por el Gobierno de Felipe González para ser vendido a ETA a través de Francisco Paesa, fugado tras hacerse público el escándalo Luis Roldán.