Los servicios de seguridad británicos "conocían" a los dos sospechosos del asesinato de un soldado este miércoles en el barrio londinense de Woolwich, supuestamente radicales islámicos, aseguró hoy la cadena pública BBC.
Los dos hombres que mataron ayer con arma blanca a plena luz del día a un militar frente a la atónita mirada de los viandantes, invocando a Alá, están hoy bajo vigilancia policial en diferentes hospitales de Londres, donde ingresaron tras recibir disparos de agentes.
Ambos sospechosos serían británicos de origen nigeriano y el nombre de uno de ellos, según la BBC, es Michael Adebolajo, de 28 años y convertido al Islam, cuyo domicilio en Lincolnshire (centro del país) es registrado por la policía.
Fuentes del Gobierno dijeron a la BBC que los presuntos autores del asesinato eran hombres "conocidos" por los servicios de seguridad del Reino Unido y que uno de ellos fue interceptado por la policía el pasado año cuando abandonaba el Reino Unido.
El primer ministro, David Cameron, no ha querido precisar ese dato para no interferir en la investigación policial en curso.
El jefe del Ejecutivo regresó anoche de París de forma precipitada al ser informado del ataque y presidió esta mañana una reunión del llamado comité de emergencias Cobra, con varios ministros, jefes de policía y el servicio de contraespionaje británico MI5, para analizar el suceso.
En su posterior declaración a los medios, Cameron subrayó que "nada en el Islam justifica" el asesinato del soldado, que calificó de "traición al Islam", y dijo que la responsabilidad es exclusiva de los autores, en un claro intento por salvaguardar a la comunidad musulmana de posibles represalias.
Dos personas fueron detenidas anoche por intentar atacar dos mezquitas en Inglaterra, al tiempo que el grupo de extrema derecha English Defense League (EDL) protagonizó altercados al manifestarse contra la fe musulmana en Woolwich.