La estrategia política de todos los grupos de la oposición con respecto al ministro José Ignacio Wert y la LOMCE es clara: afearle la falta de consenso que esta reforma educativa ha suscitado. Recordarle una y otra vez que está solo y que solo aprobará la séptima ley educativa.
"Nadie está con usted, tiene a todo el mundo en contra. Nunca ha habido una mayoría absoluta con mayor soledad", le espetó el portavoz socialista, Mario Bedera, en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, donde este miércoles el ministro compareció por tercera vez, a petición propia, aunque era la primera ocasión que lo hacía tras la aprobación de la norma por el Consejo de Ministros.
En ese mismo sentido se pronunciaron la práctica totalidad de los portavoces en la Comisión. "No ha dialogado, ni mucho menos acordado", le reprochó el BNG o la Izquierda Plural, que exclamó: "¡Señor ministro, no se ría usted de nosotros! ¿Ahora, a estas alturas, viene a ofertar a los grupos un papelito para ver si llegamos a acuerdos? ¿No le parece un poco tarde?"
Estos reproches se sucedieron tras la propuesta de diálogo del ministro, que volvió a tender la mano para llegar a acuerdos y pactos de mínimos, con todos los grupos políticos, que salvaguarden de los cambios de gobierno aspectos básicos de la ley. "Me voy a reunir a partir de mañana con los distintos grupos para mantener encuentros bilaterales" y, "por lo menos, alcanzar acuerdos parciales" y dar "la impresión en la sociedad de que somos capaces de dejar los elementos educativos al socaire de los vaivenes políticos". Como ejemplo en este sentido, Wert citó el caso de Irlanda, un país en el que "han sido capaces de llegar a este tipo de acuerdos parciales con objetivos escalonados hasta el año 2020" y se han comprometido a que, "sean cuales sean los resultados electorales de aquí a ese año, se van a respetar esos elementos centrales", explicó. "No se van a regatear esfuerzos para encontrar esas aproximaciones", dijo.
Visto que su propuesta de encuentros bilaterales no había sido acogida de manera entusiasta, Wert sacó pecho y, haciendo referencia a la política exterior que mantuvo el Imperio Británico a finales del siglo XIX, afirmó que el suyo es "un aislamiento espléndido". "Estar aislado con la mayoría absoluta de las dos Cámaras (Congreso y Senado) es una soledad espléndida", insistió.
ERC avisa de que tampoco acatarán la LOMCE
Por lo demás, y a pesar de que Wert volvió a presentar los pilares fundamentales e irrenunciables de la LOMCE (rebajar la tasa de abandono y fracaso escolar; la transitabilidad en el sistema para que el alumno pueda escoger el itinerario que más se ajuste a sus capacidades e intereses; autonomía de los centros; evaluaciones nacionales o reválidas y adaptar el sistema a las necesidades del siglo XXI, esto es, "aprovechar las tecnologías, que va mucho más allá de comprar ordenadores"), la Comisión se centró en buena medida en la cuestión lingüística.
El diputado de ERC, Alfred Bosch, aseguró que "en ningún país del mundo se elige la lengua" y anunció: "No acataremos este atraco" También UPyD fue muy crítica con el texto normativo y, en concreto, con el aspecto de la lengua. Carlos Martínez Gorriarán, diputado encargado de defender la postura de la formación magenta, calificó la solución que se propone desde el Ministerio de Educación para garantizar el derecho a poder estudiar también en castellano de "chapuza" de "gravedad política" porque es "la renuncia a que se cumpla la Constitución" en Cataluña. "Una de dos, o estamos de acuerdo con la Constitución o estamos tirando la toalla y renunciando a que los derechos de los niños están por encima de los intereses de los nacionalistas de turno".
Estas palabras de Gorriarán molestaron especialmente al diputado de ICV, Joan Coscubiela, que se dirigió a él para decirle que el sistema educativo en Cataluña -es decir, la inmersión- es el "gran capital" que posee esta comunidad autónoma y sobre el cual existe un absoluto "consenso" de toda la sociedad catalana. "¡No van ustedes a cargárselo!"
El propio Wert quiso contestar a estas acusaciones de tibieza que le había dedicado el diputado magenta señalando que "el espacio de maniobra en este sentido, desde el punto de vista de la legislación básica, es un espacio agotado", porque según "la jurisprudencia constitucional" la competencia es de las comunidades autónomas. El Tribunal Constitucional, explicó Wert, no da derecho a elegir entre el castellano y la lengua cooficial en aquellos sistemas bilingües o trinlingües. "No se puede decir a una administración autonómica que instale una doble vía porque es más costosa y no se están violentando derechos constitucionales", añadió. "La doctrina constitucional es clara". Por eso, prosiguió, "damos solución en aquellas comunidades autónomas donde no se da el bilingüismo; en aquél lugar donde este derecho no existe se intenta tutelar de la forma menos invasiva posible". Y volvió a reiterar su "disposición a dialogar" con el gobierno catalán y a escuchar la oferta que tenga que proponerle en este sentido.
Así las cosas, el ministro de Educación comenzará este jueves la ronda de contactos para intentar llegar a estos acuerdos básicos sobre la LOMCE que se antojan complicados puesto que todos los grupos, a excepción de Foro Asturias, ya han manifestado su intención de presentar una enmienda a la totalidad a la reforma educativa.