Francisco Vallejo, ex consejero de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía muy ligado a Manuel Chaves, fue señalado el lunes por el expresidente de Invercaria, Tomás Pérez Sauquillo, como responsable último de todo lo que se hacía en la empresa pública de capital riesgo.
Sauquillo declaró que Vallejo estaba enterado de todo y que, con el exsecretario general de la Consejería, Ángel Garijo, aceptaron y consintieron que se constituyera la empresa Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA). En dicha empresa, la Junta invirtió 1,69 millones de euros, estaba presidida por el propio Sauquillo y no llegó a tener ni página web.
De hecho, el propio Sauquillo fue fichado, subraya El Mundo, por el exconsejero Vallejo, ahora senador del PSOE, con un sueldo de 116.000 euros al año, muy superior a los 80.000 que cobra el presidente de la Junta de Andalucía.
Pero Sauquillo, en una declaración de siete horas, precisó que él no conocía de nada a las empresas a las que se asoció para montar FIVA y que fue Ángel Garijo quien le recomendó y presentó a Novasoft, por lo que negó haber cometido los delitos que se le imputan, haber falsificado documentos y haberse quedado con dinero público.
Durante su presidencia, Pérez Sauquillo llegó a manejar entre 50 y 70 millones de euros que le suministraba la Agencia IDEA como en el caso de los ERE. La agencia IDEA pertenecía a la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa regida entonces por Vallejo. Por ello, a pesar de que la investigación policial se ha centrado en FIVA, ahora se ampliará la búsqueda al conjunto de las ayudas por advertirse presuntas connivencias entre el director general de la Agencia IDEA, el consejero Vallejo y el secretario general Garijo.
Sorprendentemente, Pérez-Sauquillo confesó que Invercaria no era controlada desde la Intervención de la Junta a la hora de seleccionar los proyectos que financiaba, que es el mismo sistema que imperaba en la gestión de las ayudas a trabajadores y empresas en el caso de los ERE. "Invercaria no tenía obligación en su regulación normativa interna de tener una auditoría ni unas normas que establecieran los mecanismos de proceso y de procedimiento", recoge ABC de su declaración. Añadió que tal circunstancia le parecía normal en el caso de una sociedad de capital riesgo pero negó que actuara con favoritismo, que hubiera dispendio o despilfarro de dinero público y que, en vez de ganar dinero, lo había perdido.
La única norma, aclara, es el plan director de Invercaria "que regula el sistema y proceso de funcionamiento" de la firma. Juzgó "normal" que las sociedades de capital riesgo "estén exentas del control de la Intervención". Asume que tampoco había norma para contratar al personal, pero que no actuó por "favoritismo". O sea, que la investigación sobre la supuesta concesión discrecional de préstamos y el incumplimiento de las normas de contratación por esta sociedad de capital riesgo, que gestionó 60 millones para 276 proyectos, creando 3.000 puestos de trabajo segun el presidente Griñán, no tiene sentido porque no habido malversación de caudales públicos, hecho que destaca El País.
Sobre sus gastos en comidas, viajes y estancias hoteleras pagadas con la tarjeta de Invercaria, 25.000 euros en un solo año 2009, dijo Sauquillo que todo era normal y que espera el dictamen del Tribunal de Cuentas. Por cierto, la Fiscalía ha solicitado que toda la documentación sea remitida a dicho Tribunal.
El caso FIVA, punta del iceberg
FIVA estaba concebida como la organización de una gran feria andaluza en Internet, un "gran escaparate virtual". Precisamente por ello sorprende que ni siquiera tuviera una página web, esencia de su "virtualidad". Pero en realidad fue una máquina de perder dinero público. Primero, se perdieron 835.750 euros en préstamos y acciones y luego los 700.000 que se entregaron a la empresa Novasoft, una empresa amiga, según la declaración de Sauquillo del consejero Vallejo y su entorno. Curiosamente, estos 700.000 euros debían ir destinados a crear un software, que al final fue un fiasco tecnológico.
Pero la derrama de dinero de los andaluces comenzó en 2006 cuando sin contar siquiera con socio tecnológico, Invercaria le concedió 600.000 euros a FIVA, que se emplearon incluso en pagar los gastos corrientes. A preguntas del juez, Sauquillo dijo que no se enteró de tal circunstancia hasta más tarde a pesar de que era su presidente. Es más, justificó que se concedieran préstamos sin garantías de devolución. Finalmente, Invercaria aceptó un proyecto con el grupo Imagen SL, Novasoft y Corporación Gráfica para el Desarrollo, todas ellas "designadas" por la Junta de Andalucía y la Consejería de Innovación, aunque Sauquillo dijo no recordar quiénes fueron sus recomendadores. Tómese nota de que el presidente de Novasoft recibió la Medalla de Oro de Andalucía de manos de Manuel Chaves.
Archivan las querellas contra el directivo
Cristóbal Cantos, el exdirectivo de Invercaria que se opuso a la decisión de la entonces presidenta de la empresa, Laura Gómiz, de preparar expedientes falsos para justificar las inversiones de dinero público en empresas a las que se había dado arbitrariamente y sin control alguno, ha visto, por fin, cómo se archivan dos querellas presentadas contra él.
En ellas, Invercaria acusaba a Cantos de falsedad documental y estafa procesal por haber entregado al juzgado unas cintas manipuladas. El propio Griñán intervino en el caso para afirmar que en efecto las cintas habían sido manipuladas. Es más, acusó al PP de envilecer la campaña electoral y afirmó que las cintas tenían trece cortes manipulados.
Ahora, tras los informes policiales sobre la limpieza de la prueba aportada, se han archivado ambas querellas. En esas cintas, Gómiz reconocía que si tuviera respeto por la ética no estaría trabajando en Invercaria, reconocía que las ayudas se daban sin informes precios y concluía que si Cantos no intervenía en la manipulación de los expedientes, no le servía para nada en Invercaria. De hecho, fue despedido a continuación.