Los extrabajadores de Telemadrid no cejan en su acoso a los que fueran sus compañeros de trabajo. El problema ya había sido denunciado incluso por la Asociación de la Prensa de Madrid. Sin embargo, es la primera vez que un vídeo muestra a las claras lo que sufren los profesionales de la cadena pública, especialmente aquellos que cubren actos en la calle y tienen la mala suerte de encontrarse con algunos de los que fueron despedidos en el ERE de RTVM.
Los hechos, hasta ahora negados sistemáticamente por los sindicalistas, ocurrieron en la manifestación sindical del pasado 1 de mayo, cuando un grupo de manifestantes, vestidos con el chaleco que lucen los extrabajadores de Telemadrid en todas sus novilizaciones, reconocen a un excompañero y empiezan a insultarlo: desde "hijo de puta" a "fascista", pasando por cánticos de todo tipo y otros insultos.
Lo peor es que no se trata de un hecho aislado: algunos profesionales de la cadena han sufrido acosos similares en varias ocasiones y en situaciones diferentes: en la calle, en un acto público o incluso en el interior de un establecimiento de restauración. Alguno de ellos, de hecho, ha presentado la correspondiente denuncia.
Por desgracia, la criminalización de parte de la plantilla de Telemadrid lleva desarrollándose desde hace años y ni siquiera el final del ERE ha significado su final, si bien es cierto que durante las semanas de huelga previa los despidos, con una insólita marcha silenciosa en la que muchos fueron literalmente señalados y, sobre todo, con el ambiente de amenazas y coacciones en el que los sindicatos sumergieron a la cadena.
Denuncias personales
Pero el acoso no se ha limitado a los insultos callejeros, que ya sería bastante grave, sino que se ha trasladado al terreno legal: por sorprendente que parezca los extrabajadores de la cadena están denunciando a sus excompañeros por quitarles el puesto de trabajo.
Según varios profesionales de Telemadrid han confirmado a Libertad Digital, prácticamente todos los trabajadores que han mantenido su puesto de trabajo han recibido varias denuncias, en algunos casos hasta cinco.
La denuncia se acompaña en cada caso de una reclamación económica que, según la información llegada a este periódico, puede llegar a los 6.000 euros. Una cifra importante que lo es todavía más si se tiene en cuenta que cada profesional acumula varias.
Un aspecto llamativo es que algunas de estas denuncias las presentan trabajadores que simplemente estaban contratados por la cadena a otros que habían ganado su plaza mediante oposición, lo que resulta radicalmente contradictorio con el discurso que han mantenido los sindicatos de la cadena.
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