El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha señalado que el PP "no sabe en qué país vive" y ha asegurado que sus dirigentes "no tienen sensibilidad social" ni conocen "la cara de quienes sufren sus políticas".
El líder de los socialistas ha respondido con estas declaraciones, durante una visita a la ONG 'Movimiento por la Paz', a las críticas que ha realizado el vicesecretario nacional del PP, Javier Arenas, sobre la campaña del PSOE contra la pobreza. Para Rubalcaba, Arenas "no sabe que hay niños que tienen dificultades para comer todos los días, no ha ido a una ONG y no le han contado que hay familias que no comen todos los días y que hay escenas cotidianas como gente buscando comida en contenedores de basura".
A su juicio, "ese es el problema de la derecha" que "no conocen la cara de aquellos a los que están golpeando con sus políticas". En este sentido también ha recordado las palabras del diputado 'popular', Vicente Martínez-Pujalte, cuando aseguró que hay quien quiere la dación en pago para hacer negocio con las segundas viviendas.
Rubalcaba ha asegurado que las declaraciones de los dirigentes del PP "demuestran una insensibilidad social que justamente justifica sus políticas". Del mismo modo, ha señalado que lo que pretenden los socialistas es "llegar a un gran pacto por la pobreza, en lugar de descalificar a la oposición, como hacer la derecha, demostrando que no sabe". "Que eche una mano como intentamos hacer nosotros", ha apostillado.
Por otra parte, y preguntado por la reforma de la Ley del Aborto, el secretario general del PSOE ha indicado que "todo apunta a que la jerarquía eclesiástica ha iniciado la batalla para que el Gobierno modifique" la norma y que cuenta "con la complacencia del ministro de Justicia". Sin embargo, ha apuntado que los socialistas "no lo van a tolerar".
Rubalcaba ha asegurado que su formación "va a tomar todas las iniciativas que la democracia pone a su disposición para impedir que la derecha retroceda en materia de interrupción del embarazo 20 años" con el fin de convertir a España en "el reino de la hipocresía en el que quien tiene recursos puede acceder, y quien no tiene, no".