El Gobierno de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha intentará eliminar los privilegios de que disponen los expresidentes autonómicos y de los que en la actualidad disfruta José Bono. Entre ellos, están los 160.000 euros anuales a cargo de la Junta para pagar dos secretarias, un chófer, oficina y un coche de representación.
Este lunes, el grupo popular, a instancias de la presidenta de Castilla-La Mancha, ha registrado una iniciativa en la Cámara autonómica que propone la supresión de estos privilegios para todos los expresidentes regionales.
En la votación, el PSOE tendrá que retratarse: su voto es necesario puesto que los cambios del Estatuto necesitan una mayoría de tres quintos de la Cámara.
El PP ya lo intentó cuando estaba en la oposición, en 2010. En esa ocasión, los votos de los socialistas tumbaron la iniciativa.