Que la Sanidad andaluza, como toda la estructura de la Junta de Andalucía, ha sido penetrada por personal enchufado al margen de oposiciones, pruebas profesionales y procedimientos reglamentarios, se conoce desde que la Junta se constituyó y se transfirieron las competencias. Hace tres años se denunció "enchufismo" en varios hospitales de la Junta y el Servicio Andaluz de Salud prometió que no lo volvería a hacer. Pues ha vuelto a hacerlo y se han conocido las instrucciones que ha dado al respecto.
En una carta cuyo asunto son las instrucciones sobre la duración de los contratos eventuales se refiere a las contrataciones de personas que "en el momento de la aplicación de la medida de limitación de los contratos temporales a un mes, vinieran cubriendo las necesidades planteadas". Esta última posibilidad es la que incluso Comisiones Obreras identifica como mecanismo de entrada de "enchufados", al margen de la bolsa de trabajo oficial y saltándose los principios de igualdad, mérito, capacidad, publicidad, objetividad y transparencia.
Según destaca ABC, el responsable provincial de Sanidad de CCOO, Luis González, se preguntaba quiénes son las personas que venían "cubriendo las necesidades planteadas", y aseguró que en el distrito Sevilla-Norte hay tres administrativas, contratadas al margen de la bolsa de trabajo o sin los puntos suficientes. Agrega que en el Virgen del Rocío, ha detectado a tres auxiliares administrativas una de las cuales ni siquiera está inscrita, así como técnicos de rayos que tampoco han sido contratados por los canales legales.
Uno de los "trucos" para las contrataciones enchufadas es pedir cualificaciones determinadas en los currículum. Según CCOO, "en la comisión de contratación —dicen— la subdirección de recursos humanos hace una oferta específica de un profesional que necesitan con un perfil muy determinado y unos requisitos que nadie tiene en la bolsa como, por ejemplo un máster en una materia concreta, y por ahí meten a quien quieren ellos
Se denunció enchufismo hace tres años
Hace casi tres años, una auxiliar de Enfermería en paro, Carmen González Arol, denunció a la Fiscalía "enchufismo" en varios hospitales de la Junta. González Arol, en paro desde diciembre de 2009, denunció que varios hospitales del SAS habían contratado a personas que no figuraban en la Bolsa de Personal Estatutario Temporal de la Consejería de Salud de la Junta, por lo que se estaba incumpliendo el pacto firmado por la Administración y los sindicatos.
La denunciante afirmó que los casos de "enchufismo" no eran excepcionales y se habían producido en los hospital El Tomillar, Virgen Macarena y Valme. La Bolsa de Personal Estatutario comenzó a funcionar en febrero de 2009 para evitar arbitrariedades y en ella cada persona fue baremada en 2006 en función de la experiencia, la formación, cursos realizados...
En sus denuncias, Carmen González Arol afirmó que en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla se estaban contratando a personas no incluidas en la Bolsa de Personal. Entre algunas casos, citan el de J.S.R., una auxiliar de enfermería contratada en noviembre de 2009 para cubrir una vacante en la UCI, siendo autorizada esa contratación por la administración del citado hospital a pesar de reconocer que no estaba en la Bolsa.
Otro de los casos denunciado ante la Fiscalía era el de J. L. R, una auxiliar de enfermería que tampoco estaría en la Bolsa Única de Empleo, "a pesar de lo cual se le renovó en varias ocasiones el contrato, la última vez un contrato con fecha 29 de enero de 2010 y sin fecha de finalización en el Hospital Universitario Virgen Macarena". Y se daba cuenta de muchos otros.
El SAS envió a Carmen González Arol una carta en la que hacía referencia a las contrataciones de J. S. R y J. L. R, reconociendo que fueron empleadas como auxiliar de enfermería a pesar de no estar en la Bolsa de Personal Estatutario y en ella decía textualmente que "no volverán a producirse contrataciones al margen de los mecanismos habilitados por los sistemas de selección de personal temporal contemplados en el Pacto que resulta de aplicación".
Una historia de enchufismo
Ya en 1988, Alianza Popular, públicamente, denunció estos hechos. Uno de sus diputados solicitó formalmente al Parlamento andaluz que le fuesen remitidas todas las plantillas del Servicio Andaluz de Salud, por entender que en éstas se producían demasiadas "casualidades y coincidencias" de apellidos con altos cargos de dicho organismo y de multitud de casos de personal contratado, interinos o funcionarios que tenían vinculaciones familiares, de amistad personal, de afiliación al Partido Socialista e, incluso, al parecer, relaciones de otro tipo. Pero no se abrió ninguna investigación.
Cuando la Cámara de Cuentas de Andalucía encontró en 1989 65.000 millones de pesetas sin justificar en la sanidad andaluza, Felipe Alcaraz, entonces portavoz de Izquierda Unida, tildó estas irregularidades de "ilegales, escandalosas y tercermundistas". Alcaraz se refirió a esos casi 65.000 millones de pesetas como "un agujero" en las cuentas de la Consejería de Salud, que incumplía la Ley de la Hacienda Pública. El consejero Mayor de la Cámara era el socialista José Cabrera Bazán.
Entre sus conclusiones, la Cámara de Cuentas afirmaba que el descontrol sobre el personal existente en la Consejería de Salud y el SAS era no la excepción sino la norma. Incluso afirmaba que en el año 1989 "no existía una plantilla orgánica del SAS" e, incluso, que "los sistemas de registro e información disponible no garantizan el conocimiento exacto y pormenorizado del personal del SAS".
Si al enchufismo unimos el abuso de la libre designación, tenemos un cuadro tenebroso de la realidad de la sanidad andaluza. De hecho, hasta la Justicia, muda casi siempre, tomó cartas en el abuso, por ejemplo, de la libre designación. Desde 2007 a 2009, en sólo dos años, los puestos de libre designación se incrementaron un 17 por ciento en toda la Junta de Andalucía, pero uno de los varapalos judiciales más duros de los últimos tiempos se lo llevó la libre designación en la sanidad andaluza.