Fue el año en el que se puso en marcha la iniciativa "La Hora del Planeta", a la que hoy se sumará el PP apagando Génova. Entonces, en pleno año preelectoral, Rajoy no sólo enfocó su campaña en la crisis económica que se nos venía encima y que el PSOE de Zapatero se empeñaba en negar, sino que denunció con dureza la negociación entre el Gobierno de Rodríguez Zapatero y la banda terrorista ETA, y también –en algún momento- puso en duda lo que para el presidente del Gobierno de entonces era un problema capital del que ocuparse: "El cambio climático".
Tanto es así que en público llegó a considerar que este asunto "al que hay que estar muy atentos pero, en fin, tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial", dijo.
Preguntado por esto, Rajoy señalaba que su primo le había comentado como 10 de los más importantes científicos del mundo le aseguraban que "ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años? No lo sé, la verdad es que no lo sé", explicaba no sin cierta sorna.
Aquellas declaraciones provocaron mucha polémica ya que Zapatero se había esforzado en colocar la lucha contra el cambio climático en el centro de sus preocupaciones. No en vano, llegó a decir en varias ocasiones que era el cambio climático el causante de la recesión económica.
En cualquier caso, esa actitud de Mariano Rajoy duró poco. Dos años después, dentro de su propio partido, el exministro Juan Costa publicaba en Espasa un libro titulado La revolución imparable en el que reflexionaba sobre el cambio climático, el proceso de la globalización y la pobreza en el mundo.