El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante el juez Pablo Ruz a la par que se ha negado a que se le practicara una nueva prueba caligráfica, esta vez en la Audiencia Nacional.
Al comenzar esta comparecencia el instructor –dado el conflicto de competencia que mantiene con el magistrado Javier Gómez Bermúdez- ha practicado un trámite preliminar preguntado a la defensa de Bárcenas, al fiscal Anticorrupción y al letrado del extesorero popular Álvaro Lapuerta si por "prudencia" procesal consideraban necesario suspender el interrogatorio debido a que la Sala de lo Penal anuló ayer la declaración del exsenador ante su compañero Bermúdez. Todas las partes han respondido que no.
En ese momento, el abogado de Luis Bárcenas, Alfonso Trallero, anunciaba que su cliente se acogía a su derecho a no declarar. El propio Bárcenas decía ante Ruz que ha declarado hasta en ocho ocasiones antes distintos jueces y que no lo volverá a hacerlo nunca más. Acudirá a sus citas con la Justicia pero se acogerá a su derecho a no declarar.
Sobre la prueba caligráfica, Luis Bárcenas ha alegado que rechazaba someterse a ella porque ya realizó un cuerpo del letra durante una hora y media el pasado 6 de febrero en la sede de la Fiscalía Anticorrupción.
El extesorero del Partido Popular llegó a las 9:37 horas a la Audiencia Nacional para declarar en el marco de la pieza separada del caso Gürtel en la que se investiga la supuesta contabilidad B de esta formación política, informaron fuentes jurídicas. A las 11 de la mañana salió de la Audiencia sin hacer declaraciones a los periodistas.
Bárcenas, que vestía un traje de chaqueta oscuro, llegó acompañado de su chófer en un BMW de color gris metalizado y entró solo en la sede del tribunal, a la que había llegado unos minutos antes su abogado, Alfonso Trallero. Este viernes declarará asimismo el también extesorero popular Álvaro Lapuerta.