Según publica en El Mundo Salvador Sostres, el presidente de la Generalidad está planteándose un nuevo escenario en su desafío soberanista. Y es que ante la necesidad de reducir el déficit catalán y la evidencia de que solo el Gobierno central puede flexibilizarle el rigor presupuestario, ha caído en la cuenta de que "no tiene más remedio que negociar con Madrid para cualquier paso efectivo", según el diario.
Artur Mas habría asumido así que su consulta sólo podría celebrarse dentro de la ley y que si quiere hacerla, tiene que negociarla con el Estado. Aunque ello implique romper con ERC.
El presidente catalán escenificó este "cambio de rumbo" este sábado con una reunión con su gobierno, que sólo fue un gesto simbólico. Y es que ahora, Artur Mas busca consejo en alguien más que en Francesc Homs, y escucha también a su amigo Jordi Vilajoana, nombrado secretario general de Presidencia.
El nuevo rumbo
Pero, ¿qué es lo que busca ahora Mas? El presidente catalán, por supuesto, no renunciará a la consulta. La diferencia es que ahora buscaría hacerla legalmente, pactada con el Gobierno. Esta opción sería apoyada por lo sectores más moderados de CiU, pero sería inmediatamente rechazada por ERC, rompiéndose el acuerdo de Gobierno. Entonces, Mas podría buscar el apoyo de PP o PSC para seguir en el Gobierno.
En lo tocante al pacto fiscal, Mas busca uno nuevo que no esté en la línea del concierto económico vasco, sino que se basaría en rebajar del 8% al 4% el déficit entre Cataluña y el Estado.