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"Enérgica" queja en 'La Gaceta' tras la "boda" Intereconomía-LD

El Papa ha dejado a todo el mundo fascinado y la prensa habla de sus peculiaridades.

"El Papa austero quiere tener cardenales irreprochables", dice El Mundo. Qué Papa tan rarito, mira que no querer a su alrededor una pandi de corruptos, no sabe lo que se pierde. "Francisco", dice El Mundo con familiaridad, "rechazó la limusina y fue personalmente a pagar la cuenta a la pensión el primer día como Pontífice. Nada de limusina, nada de capa de armiño, nada de crucifijo de oro". Por Dios, que Papa tan sieso.

Cuenta también El Mundo que "El TS cierra la vía para saber qué explosivo estalló el 11-M". Pedro J. echa humo. Es "una bofetada a las víctimas del 11-M". "Aplicando este criterio, cualquier delincuente podría contratar a un cómplice para que pusiera una denuncia contra él mal fundamentada y con groseros errores. El juez procedería a su sobreseimiento el delincuente ya no podría ser juzgado jamás".

Federico Jiménez Losantos está "atónito" con las burradas de los aspirantes a maestro. Pero claro, "desde que los rebautizaron profesores de EGB, relajaron las oposiciones, abolieron el dictado y llamaron ‘segmento de ocio’ al recreo, nada es igual". Y eleva un ruego. "Que vuelvan los maestros de ayer a desasnar a los maestros de hoy".

El País lleva un enorme despliegue sobre los desahucios. "El tribunal de la UE otorga poder a los jueces para frenar desahucios", titula. "Varapalo de la UE a la ley hipotecaria. El Gobierno trata de reconducir el golpe y ahora dice que la norma es antigua", dice Carlos E Cué, que está indignado con Rajoy. "En una muestra más de su gran capacidad para adaptar su mensaje a las circunstancias sin alterar un músculo, respondió rápidamente al varapalo (...) Con tono calmado, como si nada hubiera pasado", le reprocha. Es que hay que ver, horchata tiene en las venas este presidente. Porque el asunto se las trae, yo no sé cómo ha podido mantener la calma, es que no me lo puedo explicar, me pasa a mí y todavía estoy dándome cabezazos contra la pared.

ABC ha sucumbido al encanto del Papa. Se ha enamorado. "Francisco, el Papa humilde. El Pontífice rompe moldes. Viaja en autobús, recoge su maleta y paga sus facturas en el hotel", el excéntrico. Ayer "madrugó, sorteó el tráfico en un Volkswagen y rezó a la Virgen", cosas veredes. Cuenta el periódico de Vocento que hemos tenido una suerte bárbara porque el abuelo a punto estuvo de palmarla siendo joven. "El naufragio que pudo cambiar la historia de la Iglesia. El abuelo del Pontífice estuvo a punto de subirse al que fue el último viaje del Princesa Mafalda. Por suerte, la burocracia terminó complicándolo todo y no consiguió finalizar los trámites para subirse al barco a tiempo". Bendita burocracia, hay que ponerle una velita. En el editorial, Bieito le defiende con uñas y dientes. "No han faltado quienes se han apresurado a hurgar en la basura" por su papel durante la dictadura argentina. Claro que "también a Benedicto XVI se le tachó de nazi". "La intransigencia de estos conspicuos denunciantes de cualquier Papa acaba por hacerlos inverosímiles e irrelevantes". Hermann Tertsch les llama "devotos odiadores". Son "enemigos obsesionados por hacer daño", pero que se joroben, que el "mensaje" de Jesús, "desde que lo propuso aquel judío de Galilea ha sido imbatible".

También La Razón está entregada en cuerpo y alma a "La palabra de Francisco" y cuenta un montón de cosas sobre el Papa. "El Pontífice quiso abonar su estancia en la residencia donde se alojó en el precónclave pero la dirección no le dejó pagar. La habitación 109 está pagada", le dijo el de recepción. Qué suerte, a mi eso no me pasa nunca. "Las tarifas rondan los 60 euros diarios con el desayuno incluido, que suben a 72,50 euros en régimen de media pensión y 85 euros en prisión completa". Oye, pues es bastante baratillo, para ser Roma, que como todo el mundo sabe es supercaro. Y cuenta La Razón que a Francisco le falta un trozo de pulmón, fíjense, a ver si nos vamos a tener que preocupar tan pronto. El periódico de Planeta le resta importancia. "Un pulmón que vale por dos. Pese a la pérdida de una parte de uno de los órganos el Pontífice cuenta con una salud de hierro". Uf, ya me quedo más tranquila.

La Gaceta cuenta que los de Compromís, ese partido que tiene a un diputado de lo más estrafalario en el Congreso, han amenazado al PP. "O tiramos al PP votando o lo tiramos con la escopeta", dijo uno de esos energúmenos. "En España estamos asistiendo desde hace algunos años a una creciente batasunización de la izquierda que no augura nada bueno", alerta en el editorial. "Los grupos como Compromís pueden parecer inofensivos, simples accidentes, anécdotas en un paisaje democrático normalizado, pero haríamos mal en desdeñar su peligrosidad. Mañana pueden pasar a los hechos". Vale, estaremos muy atentos.

Y solo 24 horas después del "matrimonio" con Libertad Digital, Intereconomía ya está poniendo peguitas. Empieza Itxu Díaz como empiezan todos, haciéndole la rosca a Jiménez Losantos. Que sí es "un tipo culto e inteligente", que si "ha leído más de lo que ha comido", que si "le gusta la palabra libertad como a Perales" (José Luis, el cantante), que tiene "buenos amigos", que si también "una divertida y ruidosa caterva de enemigos". Dice Itxu que está encantado con la "boda del año" y que todo le parece fenomenal. "Todo, menos el ascensor que sufren en sus dependencias, que no solo no merece mi respeto, sino mi más enérgica condena". Y es que el pobre estuvo ayer por aquí y tuvo que coger el maldito ascensor. No sabe cómo le comprendemos. "En lugar de botones, presenta una pantalla digital que responde al contacto de un dedo humano sano a temperatura ambiente. Sustituyendo a los tradicionales números ordinales encontramos ecuaciones de tercer grado. Para que abra sus puertas, es preciso resolver una sucesión de complejas operaciones matemáticas". Y encima habla. "Durante el trayecto en grupo, un tipo claustrofóbico como yo puede organizar una carnicería en su interior. Un ascensor que habla, sin botones, y en el que dependes de elevadas nociones de ingeniería para entrar y salir, más que un medio es un fin. Guantánamo, a su lado, un parque infantil". Y para colmo, cuando tras un cuarto de hora esperando, llega uno de los cuatro ascensores que baja o sube, pero nunca va a tu planta. Un verdadero infierno. Es "verdaderamente milagroso que la boda se haya celebrado a pesar del ascensor". Suscribo todas y cada una de tus palabras, Itxu, cuenta con mi apoyo y testimonio cuando vayas al abogado.

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